Juan Carlos Zapata (ALN).- Con el paquetazo, Nicolás Maduro apunta ahora al corazón de lo que queda de propiedad privada. De los que quedan en resistencia. De los que no querían irse de Venezuela y ahora lo piensan. De los que ya comienzan a decir: bueno, sólo falta entregarles la empresa, y aquí está. Maduro apunta, también, hacia aquellos que quieran quedarse junto a él, los cuales, a su vez, no tienen garantía alguna, porque les puede pasar lo del empresario boliburgués Ricardo Fernández Barrueco con Chávez. Expropiado y preso.