Zenaida Amador (ALN).- Los hechos del 30 de abril volvieron a encender los reflectores sobre Venezuela. Juan Guaidó, en compañía de Leopoldo López y de varios militares activos, se plantó en las calles de Caracas a exigir el cese de la usurpación de la Presidencia, creando así un nuevo sobresalto en la rutina operativa que Nicolás Maduro intenta imponer en sus más de 100 días de gobierno ilegítimo. Era de esperarse que de inmediato Maduro mostraría su fortaleza y comenzaría la persecución de Guaidó, pero nada ha pasado. ¿Por qué?