Pedro Benítez (ALN).- Venezuela se ha convertido en la sociedad más pobre de Suramérica. Las secuelas, la magnitud y la velocidad del empobrecimiento de las familias no tienen precedentes en la historia moderna del país. Desde satisfacer la alimentación más básica, pasando por el transporte público, hasta el acceso a los tratamientos médicos, todo se ha convertido en un esfuerzo permanente por sobrevivir. Entre 2014 y 2017, los hogares pobres en ingresos aumentaron de 48,4% a 87%. La pobreza extrema se incrementó a 61,2%. Aproximadamente 8,2 millones de venezolanos comen dos o menos veces al día, y los alimentos que consumen no son de alta calidad nutricional.