María Rodríguez (ALN).- De las 102 fortunas latinoamericanas, únicamente 12 corresponden a mujeres, según datos de la lista Forbes. De ellas, la inmensa mayoría heredó su fortuna de negocios familiares. Pero hay una excepción. La de una brasileña, Dulce Pugliese de Godoy Bueno, que unió sus conocimientos en medicina y administración de empresas para convertirse en millonaria.
La lista de multimillonarios de la revista Forbes refleja de nuevo la enorme brecha de género que existe en América Latina también en materia de finanzas. De las 102 fortunas latinoamericanas, sólo 12 corresponden a mujeres, frente a 90 de hombres. Es decir, apenas 11,7% de los ricos de América Latina es del sexo femenino.
Pero aún hay más, porque de esas 12 mujeres, 11 heredaron sus fortunas de los negocios que lanzaron o su padre, marido, o los abuelos, hermanos… Y aunque ahora todas esas mujeres están (o estuvieron) al frente de estas compañías logrando nuevos éxitos, aportando talento y visión de mercado, lo cierto es que sólo una hizo fortuna con sus propias manos.
Pugliese de Godoy estudió Medicina y Administración de Empresas en la Universidad Federal de Río de Janeiro
Se trata de la brasileña Dulce Pugliese de Godoy Bueno, que actualmente tiene 72 años. Según el portal Wealth-X, que recoge información sobre las mayores fortunas del mundo, Pugliese de Godoy estudió Medicina y Administración de Empresas en la Universidad Federal de Río de Janeiro. Dos áreas que unidas la volvieron millonaria años después.
Se doctoró en Administración de Empresas en la Escuela de Negocios McCombs de la Universidad de Texas (EEUU). Comenzó su carrera profesional en 1976 como profesora asistente en el Departamento de Pediatría de la Universidad Federal de Río de Janeiro. En esos años, se lanzó como empresaria junto a Edson de Godoy Bueno, su marido, del que se divorciaría poco tiempo después, según informa Forbes.
Entre los dos crearon una compañía de seguros de salud, Amil, con sede en Río de Janeiro y que brindaba atención médica a través de hospitales y clínicas. Tanto creció el negocio (pese a que el matrimonio ya se hubiera separado) que en 2007 Amil se convirtió en la compañía de atención médica más grande de América Latina, tal como destaca Forbes.
Y eso atrajo el olfato de compradores estadounidenses. En 2012 la gigantesca aseguradora United Health Group se hizo con 90% de Amil por 4.900 millones de dólares.
Ahora Dulce Plugiese de Godoy posee una participación de 48% en Dasa, una cadena de laboratorios médicos que cotiza en bolsa. Pedro Bueno, su hijastro, se convirtió en CEO de Dasa en 2014. El exmarido de Dulce Plugiese de Godoy murió en febrero de 2017.
Tanto Forbes como Wealth-X destacan que la fuente de riqueza de Dulce Plugiese de Godoy no fue una herencia, sino “hecha a sí misma”. Ahora posee 2.000 millones de dólares.
Las fortunas heredadas
Las demás mujeres latinoamericanas que aparecen en la lista Forbes heredaron los negocios y, por ende, las fortunas.
En Chile
– Iris Fontbona es la mujer más rica de Chile, de América Latina y la séptima del planeta. Acumula un patrimonio de 15.400 millones de dólares. Fontbona es la viuda de Andrónico Luksic, quien, según Forbes, construyó una fortuna tanto en minería como en bebidas antes de morir de cáncer en 2005. Este patrimonio lo heredaron tanto la viuda como sus tres hijos: Jean-Paul, Andrónico y Guillermo.
La familia Luksic controla también Antofagasta Plc, que cotiza en la Bolsa de Londres y posee minas de cobre en Chile. Es accionista mayoritaria en Quiñenco, un conglomerado que opera en bancos, empresas de energía y transportes, entre otros. En este sentido, también se vieron afectados por la venta de Banco Popular al Santander.
– Patricia Angelini Rossi es heredera de una participación del grupo de inversión Empresas Angelini, que encabeza su hermano, Roberto Angelini Rossi. La mayor firma del grupo es Antarchile, que distribuye combustible, opera negocios de pesca y transporte e invierte en energía. Antes el grupo lo encabezaba el tío de Patricia Angelini, Anacleto Angelini, que murió en 2007. El patrimonio de Patricia Angelini asciende a 1.700 millones de dólares
En México
– Eva Gonda de Rivera es viuda de Eugenio Gara Lagüera, expresidente de Femsa, conglomerado de embotellado, logística y comercio minorista. Gonda acumula un patrimonio de 6.700 millones de dólares. Dice Forbes que Gonda no tiene un rol operativo en la compañía, sino que la administra su yerno José Antonio Fernández, presidente y CEO de la firma.
– María Asunción Aramburuzabala es de lejos la empresaria más conocida de México, según Forbes. Es ejecutiva del gigante cervecero Anheuser-Busch InBev, una participación que heredó junto a su madre y hermana, por parte de padre. El patrimonio de Aramburuzabala asciende a 5.600 millones de dólares.
En Brasil
– Ana Lucía de Mattos Barretto Villela es miembro de una de las familias vinculadas al negocio bancario más antiguo de Brasil. Su bisabuelo fundó el banco Itaú, que se fusionó con Unibanco en 2008 para formar Itaú-Unibanco, la mayor entidad financiera privada de América Latina, según precisa Forbes. Ana Lucía de Mattos se convirtió en accionista del banco cuando tenía 8 años, ya que sus padres murieron en un accidente aéreo en 1982. Su fortuna asciende a 2.400 millones de dólares.
– María Helena Moraes Scripilliti heredó junto a la familia el Grupo Votorantim, fundado por su padre. Se trata de un conglomerado que opera en más de 20 países en sectores como el aluminio, la celulosa, la energía, los agronegocios y el cemento, según detalla Forbes. La fortuna de Moraes asciende a 2.200 millones de dólares.
– Luiza Helena Trajano es la exdirectora general de Magazine Luiza, una de las mayores empresas minoristas brasileñas, donde se venden electrodomésticos, móviles, aparatos electrónicos, muebles, productos de decoración, etc. Trajano posee 17% de la firma, que sus padres fundaron en 1957. Empezó como aprendiz a los 18 años. Fue escalando puestos hasta convertirse en CEO en 1991. En 2015 cedió el cargo a su hijo Frederico Trajano. Ahora Luiza Helena Trajano posee una fortuna de 1.600 millones de dólares.
Sólo dos de las fortunas latinoamericanas aumentaron patrimonio en 2018
– Lia María y María Ángela Aguiar Bellizia son dos gemelas brasileñas que heredaron una fortuna bancaria de su padre, Amador Aguiar, fundador de Bradesco, uno de los bancos más grandes de Brasil. Aguiar las adoptó tras ser abandonadas frente a una sucursal de Bradesco en Sao Paulo. Entre las dos suman un patrimonio de 2.700 millones de dólares.
– Ana María Marcondes Penido Sant’Anna es vicepresidenta de la junta directiva de CCR, una constructora y operadora brasileña de autopistas fundada por su padre Pelerson Soares Penido, y que se convirtió en una de las compañías de concesión de infraestructuras más grandes de América Latina. Marcondes posee aproximadamente 10% de las acciones de la compañía y acumula una fortuna de 1.000 millones de dólares.
En Perú
– En Perú, la presencia femenina se reduce a Ana María Brescia Cafferata, dueña de 30% del Grupo Breca, holding con intereses en agricultura, finanzas, minería e inmobiliario. Heredó la fortuna de su padre, Fortunato Brescia Tassano, que construyó una compañía de bienes raíces que impulsó el crecimiento de Lima, según destaca Forbes. Ahora Brescia cuenta con un patrimonio de 1.500 millones de dólares.