Redacción (ALN).- A menos de sesenta días para las elecciones regionales y locales, conocidas como “megaelecciones”, la oposición no solamente no termina de ponerse de acuerdo con las candidaturas únicas, sino que además, se abrieron frentes de acusaciones mutuas entre aspirantes a una misma plaza y Primero Justicia le propinó una bofetada al interinato de Juan Guaidó al ponerle fecha de expiración y deslindarse de lo que ellos califican como manejos poco transparentes de los activos de Venezuela en el exterior de los que dispone Juan Guaidó, como la empresa Monómeros y la estadounidense Citgo.
La oposición resolvió muy tarde el “que”. Decidió muy tarde que la ruta era participar en elecciones. Y ahora no pueden resolver el cómo. Acusaciones públicas de fraude entre un candidato y otro a la misma plaza son apenas el abreboca de la magnitud del conflicto interno que hay en la coalición opositora, cada vez más precaria, cada vez más atomizada.
Desde ya, el bastión de Caracas puede darse por perdido: la oposición se decidió por Tomas Guania (Primero Justicia), pero Antonio Ecarri (un independiente) también lanzó su candidatura. Van divididos. Y la división resta. Resta mucho más en un municipio en el que el chavismo ha dominado históricamente.
También puede darse por perdida la aspiración opositora de reconquistar el bastión opositor de Miranda, hoy en manos del chavismo. Tanto David Uzcátegui (Fuerza Vecinal) como Carlos Ocariz (Primero Justicia) se sumergieron en un conflicto público de acusaciones reciprocas. Los dos afirman ser candidatos. Ambos se inscribieron. La coalición de la MUD se decidió por Ocariz. Pero Uzcátegui seguirá con su candidatura. Miranda es un bastión con un enclave opositor de clase media en Chacao, Baruta y El Hatillo. No obstante, la candidatura paralela y la oficial restarán votos mutuamente. No sumarán. Y entonces, con la foto de hoy, Miranda ya puede darse por perdida.
Hay consenso en estados como Falcón, Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta y Mérida (Acción Democrática), Lara (Un Nuevo Tiempo), Carabobo y Yaracuy. Tomando como base los resultados de 2017, es probable que la oposición solo pueda conservar las que tiene en su poder: Mérida, Anzoátegui y Nueva Esparta, pero bajo una condición imposible de pasar por alto en el análisis: que la base opositora acuda a votar masivamente.
Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, dijo en una entrevista concedida a un medio local que si la abstención no supera el 50%, la oposición podría obtener resultados similares a los de 2008. Pero si la abstención es mayor, dice, lo resultados podrían ser igual de catastróficos que en 2017 o incluso peor.
Y es que dentro de la unidad opositora hay de todo, menos unidad. La gota que derramó el vaso fue el comunicado de Primero Justicia deslindándose de los manejos de activos externos en poder de lo que se ha denominado “interinato” de Juan Guaidó. Hay serias sospechas de acciones dolosas en la administración de Monómeros en Colombia. Primero Justicia ha pedido que un Fideicomiso administre estas empresas, incluyendo Citgo, y además, le ha puesto unto final al interinato de Guaidó: se termina en enero de 2022, dice la tolda aurinegra en el comunicado que le dio la vuelta a las redes sociales. Un comunicado en el que acusaron directamente a Voluntad Popular y a Juan Guaidó de ignorar las peticiones que auditoria sobre estas empresas.
“La conclusión es que se van”, dijo Andrés Caleca en Twitter. Caleca es un economista y expresidente del Consejo Nacional Electoral frecuentemente consultado por la prensa en Venezuela.
Guaidó se limitó a contestar en otro comunicado que los manejos de las empresas siempre han sido transparentes y que nunca han negado auditoria alguna sobre estas corporaciones.
Guaidó aseguró que el manejo de los activos se ha efectuado con transparencia y han participado de forma imparcial todas las fracciones parlamentarias, por lo que no pretenden modificarlo. El texto dice que desde 2019 han protegido los activos de la nación «del saqueo de la dictadura», procurando todos los mecanismos necesarios, amparados en el artículo 233 de la Constitución. Además agrega que la variedad de fracciones parlamentarias y su participación es «lo que garantiza la gobernabilidad en las funciones del interinato», por lo que toman distancia de una «discusión partidista».
Y el tiempo pasa. Lo que se ve en el horizonte no es bueno para la oposición, mientras el chavismo va unido y no tiene mucho que perder en las negociaciones de México, puesto que ya Maduro aprendió a vivir con las sanciones.