María Rodríguez (ALN).- Ni el magnate mexicano Carlos Slim. Ni el brasileño Jorge Paulo Lemann, dueño de la cervecera más grande del mundo. Ni la mujer más rica de América Latina, la empresaria chilena Iris Fontbona… Entre las ocho primeras fortunas de la región sólo dos aumentaron su patrimonio el último año, según datos de la lista de millonarios de la revista Forbes. ¿Quiénes lograron esta hazaña en un periodo de fuerte depreciación de las monedas latinoamericanas?
El patrimonio de las mayores fortunas latinoamericanas se resiente. Según la última actualización de la lista de millonarios de la revista Forbes, publicada este martes, entre los ocho primeros latinoamericanos de la lista sólo dos aumentaron su patrimonio respecto a un año antes. El resto perdió de media más de 3.000 millones de dólares. O lo que es lo mismo, se les esfumaron 18.000 millones de dólares entre todos.
Se salvaron de estas caídas en el patrimonio el banquero brasileño Joseph Safra y el empresario mexicano Ricardo Salinas. Safra pasó de acumular 23.500 millones de dólares a 25.200 millones de dólares, lo que le posiciona como el hombre más rico de Brasil.
A Salinas, presidente del Grupo Salinas (conglomerado que engloba a TV Azteca, Banco Azteca y Elektra, entre otras), también le fue bien y aumentó su patrimonio de 7.100 millones de dólares a 11.100 millones de dólares. Ni Carlos Slim, ni Jorge Paulo Lemann, ni Iris Fontbona ni otros tantos multimillonarios tuvieron la misma suerte.
Luisa Kroll, editora de la lista de multimillonarios, explica en un artículo en Forbes que a la hora de calcular las distintas fortunas y su evolución utilizan la variación del precio de las acciones (de las que son titulares los multimillonarios) y de los tipos de cambio. Y añade: “Valoramos una variedad de activos, incluidas empresas privadas, bienes raíces (inmuebles), arte, yates, etc”.
En este sentido, en un periodo de depreciación de las monedas latinoamericanas frente al dólar como el actual, la metodología de Forbes pudo afectar negativamente la variación de la fortuna de los latinoamericanos.
De los magnates de América Latina sólo Carlos Slim y Juan Carlos Escotet triunfan en España
El descenso más pronunciado lo experimentó el patrimonio del empresario brasileño Jorge Paulo Lemann. Su fortuna se redujo en un año en 4.600 millones de dólares, de 27.400 millones de dólares a 22.800 millones de dólares. Lemann es el dueño de la empresa cervecera más grande del mundo, Anheuser-Busch In Bev, y según los datos de Forbes, el segundo hombre más rico de Brasil.
También se redujo la fortuna de German Larrea Mota Velasco y Marcel Herrmann Telles en más de 4.000 millones de dólares. Mota Velasco, mexicano, acumula ahora 13.300 millones de dólares. Junto con su familia, es dueño de la mitad de Grupo México, la principal minera del país y también compañía de infraestructuras. Tiene el 16% del Grupo Aeroportuario del Pacífico, que opera en aeropuertos, principalmente en la costa oeste mexicana.
En cuanto al brasileño Herrmann Telles, su patrimonio asciende a 9.900 millones de dólares. Es accionista de Anheuser-Busch In Bev, de la que posee alrededor del 5%.
La fortuna del magnate mexicano Carlos Slim, dueño de América Móvil, también descendió, en concreto en 3.100 millones de dólares. No obstante, continúa como el hombre más rico de Latinoamérica con 64.000 millones de dólares en su haber.
Galería del poder: el rostro de las 10 mayores fortunas de América Latina
El colombiano Luis Carlos Sarmiento, presidente de la Junta Directiva de Grupo Aval Acciones y Valores, posee una fortuna de 10.800 millones de dólares. 1.300 millones de dólares menos que hace un año.
Tampoco le fue bien a la chilena Iris Fontbona, que pasó de acumular un patrimonio de 16.300 millones de dólares a 15.400 millones de dólares. Aun así, sigue como la mujer más rica de América Latina. Fontbona es la viuda de Andrónico Luksic, quien, según Forbes, construyó una fortuna tanto en minería como en bebidas antes de morir de cáncer en 2005. Este patrimonio lo heredaron tanto la viuda como sus tres hijos: Jean-Paul, Andrónico y Guillermo.
La familia Luksic controla también Antofagasta Plc, que cotiza en la Bolsa de Londres y posee minas de cobre en Chile. Es accionista mayoritaria en Quiñenco, un conglomerado que opera en bancos, empresas de energía y transportes, entre otros. En este sentido, también se vieron afectados por la venta de Banco Popular al Santander.