Redacción (ALN).- Los trabajadores sexuales en Venezuela viven sin amparo de la ley, aunque sin condena, y atraviesan por un viacrucis causado por los tabúes que suelen acompañar a este oficio, llamado por muchos como «el más antiguo del mundo».
O eso es lo que opina la sexóloga y terapeuta de familia y pareja Tibisay Olivero, quien resaltó que los trabajadores sexuales son vistos por la sociedad como individuos nocivos, tóxicos y de comportamientos inadecuados.
Todo pese a que son personas normales, con familias y vida social, como todo el mundo. De acuerdo con la especialista, la mayoría de las mujeres y hombres que ejercen este oficio se ven en la necesidad de hacerlo por dinero.
Pasados los años, muchos de ellos deciden por voluntad propia quedarse en esta vida debido a que es lo único que conocen y suele ser su fuente de ingreso fijo.
La salud mental de los trabajadores sexuales
En cuanto a su salud mental, la sexóloga destacó que esta se ve afectada por estrés, compromiso y problemas de autoestima.
Señala que viven abrumados y abrumadas. “Esto afecta en que se quieran a sí mismas, debido a que sienten usadas”, agregó.
Olivero resalta que toda persona que sea usada sexualmente, ya sea como oficio o en otro sentido, sufrirá de efectos que lo volverá vulnerables mentalmente. En muchas ocasiones también compromete su estado físico.
Con información de 2001.