César Morillo Díaz (ALN).- El fútbol se ha convertido en un motor importante de la economía. Por sí solo, el ‘deporte rey’ puede ser considerado la decimoséptima economía mundial y la principal industria de ocio en diversos países, entre los que se encuentra España, según la consultora Deloitte en su informe “Football Money League”.
El fútbol es el deporte rey, el más seguido y practicado en todo el mundo, el juego que mueve pasiones entre sus seguidores en cualquier lugar en que se encuentren. El escritor uruguayo Eduardo Galeano se preguntaba: “¿En qué se parece el futbol a Dios?”. A lo que él mismo respondía: “En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales”. Galeano afirmaba también que las personas podían cambiar de pareja, de partido político o incluso de religión, pero no de equipo de fútbol.
Más allá de una simple afición, el fútbol se ha convertido en un acontecimiento social capaz de captar el interés de millones de personas alrededor del mundo y con tanta atención y número de seguidores viene el negocio.
Esto ha llevado a la transformación del deporte de un simple espectáculo a modelos económicos rentables que generan una gran influencia en la economía mundial, un impacto directo e indirecto en aspectos tan importantes como puede ser la creación de empleo.
Eduardo Galeano afirmaba que las personas podían cambiar de pareja, de partido político o incluso de religión, pero no de equipo de fútbol
El fútbol, por sí solo, puede ser considerado la decimoséptima economía mundial y la principal industria de ocio en diversos países, entre los que se encuentra España, según la consultora Deloitte en su informe “Football Money League”.
Desde 1996, Deloitte presenta en su informe un reporte global que clasifica a los 20 mejores clubes por ingresos en el fútbol mundial y al mismo tiempo prevé el horizonte financiero de este deporte. En el presente año los clubes Barcelona y Real Madrid ocupan el segundo y tercer lugar respectivamente en dicho informe.
En términos de empleo en concreto, según datos de la consultora KPMG en su informe “Impacto socioeconómico del fútbol profesional en España”, la actividad del fútbol generó más de 140.000 empleos a jornada completa en 2013, de los cuales más de 66.000 fueron de forma directa, 60.000 indirectos y más de 17.000 inducidos.
Además, hay que resaltar que en España el fútbol profesional generó en 2013 un VAB (valor agregado bruto) de más de 7.600 millones de euros, lo que supuso un 0,75% del PIB español. Este impacto considera los efectos directos (47% del total), los indirectos (40%) y los inducidos (13%). Cabe agregar que esta contribución al PIB español ha crecido un 2,7% anual.
Quiénes ganan
Se tiene la percepción de que el ‘deporte rey’ es un negocio fundamentalmente para los jugadores, dirigentes, representantes y entrenadores, pues todos ellos ingresan cantidades de dinero gigantescas, pero no son los únicos beneficiarios de este negocio. Los clubes son otros de los grandes favorecidos, debido a que los ingresos audiovisuales a repartir entre los equipos de La Liga ascienden a más de 1.300 millones de euros anuales.
Otros datos económicos arrojados por el informe de la consultora KPMG revelan que las ciudades que poseen al menos un equipo en la Primera División del fútbol profesional generan ingresos por alrededor de 40 millones de euros, derivados de las distintas actividades económicas que genera el deporte (hostelería, restauración, publicidad, etc.).
La Hacienda española empieza a fiscalizar de forma más rigurosa tanto a los futbolistas como a los clubes
Si hablamos del caso concreto de los traspasos de jugadores y el impacto fiscal que estos generan en las economías de los países involucrados, tenemos que los movimiento o traslados de las grandes estrellas de un equipo perteneciente a un país a otro de una liga diferente suponen un incremento considerable en el ingreso fiscal de una nación.
El traspaso más emblemático de los últimos años es sin duda el de la estrella brasileña Neymar del Barcelona al París Saint-Germain, que sirve como ejemplo perfecto en esta materia. Diversos medios han señalado que, según cálculos de expertos en materia fiscal, el fichaje de Neymar reportará a la Hacienda francesa unos 300 millones de euros en cinco años.
En palabras del propio ministro de Hacienda de Francia, Gérald Darmanin: “Es mejor que este jugador pague sus impuestos en Francia que los pague en otra parte”.
En definitiva, el fútbol, deporte rey, mueve pasiones, pero también mueve mucho más que eso, se ha convertido en un motor importante en la economía de muchos países. Quizá esta sea la razón principal por la cual la Hacienda española empieza a fiscalizar de forma más rigurosa tanto a los futbolistas como a los clubes, con el fin de que estos tengan sus declaraciones de impuestos en orden y aprovechar así las riquezas que el fútbol genera.