María Rodríguez (ALN).- El escritor nicaragüense Sergio Ramírez dedicará el discurso del Premio Cervantes del lunes a sus dos padres literarios: Rubén Darío y Miguel de Cervantes. “Quiero hablar sobre lo que les debo”, afirmó este jueves en Madrid. Sobre ‘Don Quijote’ dice que aún sigue pretendiendo “armar y desarmar la obra para saber cómo está hecha”.
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, tiene claro quiénes son sus padres literarios: el también nicaragüense Rubén Darío y el español más universal, Miguel de Cervantes. Sobre ellos y sobre la deuda literaria que tiene con ambos versará el discurso de Ramírez en el acto de entrega del Cervantes, que se celebrará el lunes en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.
“Quiero hablar sobre lo que le debo a Darío y a Cervantes”. Así respondió el premiado este jueves en Madrid a los periodistas que se afanaban por conocer las principales líneas del discurso que pronunciará Ramírez ante los Reyes de España, Felipe VI y Letizia.
De Darío, el premiado dijo que lo tiene “en un plano inalcanzable”
De Darío, el premiado dijo que lo tiene “en un plano inalcanzable”, como respuesta a si se considera el sucesor de este poeta nicaragüense. Añadió que Rubén Darío “hizo una renovación tan profunda de la lengua” que sólo se había renovado antes con los autores españoles Garcilaso de la Vega y Miguel de Cervantes.
Del autor de Don Quijote, Ramírez aseguró que es “el gran inventor de la novela postmoderna”. Y añadió: “Contiene todo. Biografía, autobiografía, testimonio, ensayo… Eso es Cervantes”.
El premiado también señaló que desde que empezó a leer a Cervantes, comenzó a descubrir “la novela diversa” y que aún sigue pretendiendo “armar y desarmar Don Quijote para saber cómo está hecho”.
Ramírez se inscribe en la tradición latinoamericana que arrancó en el siglo XIX y se ha prolongado hasta nuestro tiempo, y que ha producido figuras como José Vasconcelos en México; Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento en Argentina; Miguel Antonio Caro en Colombia; Rómulo Gallegos y Arturo Uslar Pietri en Venezuela; José Enrique Rodó en Uruguay; José Carlos Mariátegui y Mario Vargas Llosa en Perú: intelectuales cuyas vidas son indisociables de los asuntos públicos de sus países y de América Latina.
Ramírez dijo que Cervantes es “el gran inventor de la novela postmoderna”
En la trayectoria literaria de Ramírez -escritor multifacético que ha cultivado el cuento, la novela, la memoria, el periodismo y el ensayo-, Adiós muchachos (1999) constituye el más notorio punto de inflexión.
A mitad de camino entre la autobiografía y el testimonio, es un texto especialmente relevante en la tradición literaria de América Latina por el recorrido que realiza el autor: de la esperanza y el júbilo que la revolución sandinista llegó a representar en Nicaragua, a la tristeza y decepción del demócrata que ha hecho suyos los padecimientos de su país. Ajena a todo resentimiento, Adiós muchachos es una obra capitular y única del desencanto latinoamericano, tal como publicó en un artículo para el diario ALnavío Nelson Rivera (Leer más: Sergio Ramírez: Adiós muchachos, bienvenido Cervantes).
Este lunes en Alcalá de Henares Ramírez desvelará la deuda literaria con Darío y con el autor de Don Quijote y, si hay suerte, quizá comparta los entresijos descubiertos entrelíneas en las obras del maestro Cervantes.