Patricia J. Garcinuño (ALN).- El ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, sigue los pasos de numerosos miembros de la comunidad internacional que han reclamado negociación en Venezuela. La declaración llega en la víspera de una manifestación fijada para el 19 de abril en Caracas que promete ser masiva. La petición de diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolana es prácticamente unánime en la comunidad internacional. Este lunes llegó el turno de Cuba, tradicional socio de Venezuela. El ministro de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez, de visita oficial en Madrid, señaló la importancia de un acercamiento “sin intervención externa”. “Todo el que quiera bien a Venezuela va a desear que los venezolanos encuentren a través del diálogo las mejores soluciones y decisiones a sus problemas sin injerencias externas”, explicó en una rueda de prensa.
También reclamó negociación en el país latinoamericano el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis. Lo hizo hace dos semanas. Y advirtió: El acercamiento debe dar un resultado “en un tiempo razonable” y “respetando el marco democrático”. Al mismo tiempo, valoró positivamente el papel de mediador que está ejerciendo José Luis Rodríguez Zapatero. “El esfuerzo negociador nunca está de más”, afirmó.
Precisamente, el expresidente del Gobierno español afirmó hace unos días que en el país latinoamericano están trabajando en “un proceso de paz preventivo”. En una entrevista con La Sexta, Rodríguez Zapatero aseguró que el diálogo entre ambos bandos “es la única solución pacífica, democrática y consensuada a un antagonismo que data de hace más de 20 años”.
El canciller cubano señaló que Venezuela debe resolver su crisis interna “a través del diálogo” entre Gobierno y oposición
Sus antecesores en La Moncloa, José María Aznar y Felipe González, también se han mostrado muy activos, aunque se han posicionado claramente a favor de la oposición venezolana. En febrero, ambos realizaron una declaración conjunta junto al padre del líder opositor Leopoldo López, en prisión desde hace más de tres años acusado de instigar los hechos violentos que se produjeron en la marcha estudiantil del 12 de febrero de 2014. En ella, pidieron la liberación de los presos políticos y la suspensión de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA) para mostrar así que no cumple los requisitos democráticos mínimos. Ambos calificaron de “farsa” el diálogo entre Gobierno y oposición, según recoge Europa Press.
Además de Rodríguez Zapatero, la comitiva internacional para apaciguar el conflicto político y social en Venezuela también está formada por los expresidentes Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá). Justamente Fernández mantuvo este lunes una reunión con el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
El papa Francisco tampoco es ajeno a la crisis venezolana. En la misa del Domingo de Resurrección, el Pontífice incluyó a la nación latinoamericana en sus plegarias. En clara referencia a Venezuela, rezó por “los esfuerzos de quienes, especialmente en América Latina, se comprometen en favor del bien común de las comunidades, tantas veces marcadas por las tensiones políticas y sociales, que en algunos casos son sofocadas con la violencia”. Al mismo tiempo, hizo un llamamiento a “que se construyan puentes de diálogo, perseverando en la lucha contra la plaga de la corrupción”.
El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, llamó a llenar las calles este 19 de abril / Flickr: Walter Prado
Al margen de las demandas de diálogo, cabe destacar que las declaraciones del canciller de Cuba, que calificó a Venezuela de “nación hermana”, llegan después del reciente nombramiento, el pasado 31 de marzo, de Juan José Buitrago como nuevo embajador español en Cuba. El diplomático será el encargado de trabajar en la ratificación del acuerdo entre Cuba y la Unión Europea, que España quiere ser el primer país en avalar. “Esperamos ratificarlo lo más rápidamente posible. Si podemos ser los primeros, mejor”, afirmó este lunes Dastis. De este modo, se pretende acabar con la conocida como Posición Común, impulsada en su momento por José María Aznar.
Un acuerdo con la Unión Europea que separa los caminos de Cuba y Venezuela. Aunque la defensa del Gobierno venezolano por parte de la isla ha sido constante en los últimos años, ambos países están llevando a cabo estrategias muy distintas en política exterior. Mientras que Venezuela se está aislando cada vez más en América Latina y a nivel internacional, el régimen de Raúl Castro descongeló las relaciones con Estados Unidos en 2014. De hecho, la visita de Barack Obama a Cuba fue la primera por parte de un presidente estadounidense en 88 años.
Un estado de tensión continua
Mientras, en vísperas de las numerosas protestas convocadas para este miércoles 19 de abril, día en el que se conmemora el inicio de la lucha por la independencia de Venezuela, el Gobierno ha decidido echar más leña al fuego. Nicolás Maduro anunció este lunes su intención de armar a un millón de civiles como miembros de la Milicia Nacional Bolivariana con el objetivo de llegar a los 500.000 efectivos en 2017 y llegar, en un futuro no muy lejano, a un millón de milicianos “organizados, entrenados y armados para defender la paz, la soberanía y la independencia de la patria”. “Por cada miliciano, un fusil”, exclamó en un acto militar organizado con ocasión del séptimo aniversario del Día de la Milicia Nacional.
En este mismo acto, Vladimir Padrino López, ministro venezolano de Defensa, afirmó que “no puede llamarse represión a la acción del Estado orientada a la restitución del orden público con perfecto apego a lo consagrado en la Carta Magna y demás instrumentos jurídicos nacionales e internacionales que rigen los derechos humanos”, según recoge el diario El Nacional.
Por su parte, Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), advirtió que, según sus planes, en las marchas del 19 de abril no se permitirá a la oposición entrar en el centro de Caracas. “Hemos activado puntos rojos del comando antigolpe y nos van a informar de todo lo que suceda. Quiero dejar bien claro que la oposición no va a entrar al centro de Caracas”, tal como señala el portal de noticias Infobae.
11 países latinoamericanos han pedido al Ejecutivo de Maduro que garantice el derecho de manifestación pacífica
En el lado de la oposición los ánimos también están agitados. El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, rechazó el anuncio de Maduro, señalando que los únicos que deben portar armas de guerra son los efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Al mismo tiempo, llamó a los venezolanos a movilizarse este miércoles: “Ni una burla más a nuestro pueblo y a nuestra Venezuela. El 19 de abril es la marcha de todos los que aman esta tierra y quieren verla arriba, bien, progresando”.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional y coordinador del partido Primero Justicia, Julio Borges, calentó aún más el ambiente a través de su cuenta oficial de Twitter. Llamó “torturador de jóvenes” a Maduro y exigió al presidente venezolano que no pida “un diálogo basado en la represión”. “El único diálogo son las elecciones generales”, zanjó al respecto.
A estas acusaciones se sumó el secretario general de este partido, Tomás Guanipa, que publicó un vídeo en el que afirmaba que estaban en la calle “porque la Sala Constitucional decidió dar un golpe de Estado que entendió el mundo entero”. En su opinión, Venezuela se encuentra en una dictadura con un gobierno “torturador”. Como Capriles, hizo un llamamiento a llenar las calles de Caracas “en paz, pero con fuerza y contundencia” y así obligar al Gobierno a ir a un proceso electoral.
Finalmente, la delicada situación de Venezuela llevó este lunes a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Uruguay a emitir un comunicado en el que piden al Ejecutivo de Maduro que garantice el derecho de manifestación pacífica y a la oposición a que use este derecho de forma responsable.