(EFE).- El expresidente chileno Sebastián Piñera dedicó buena parte de los últimos 10 años de su vida a defender a la oposición venezolana, una causa que, pese a costarle animadversiones del Gobierno chavista, respaldó en público hasta este mismo lunes, un día antes de perder la vida en un accidente de helicóptero.
En la víspera de su inesperada muerte, Piñera participó, junto a una decena de expresidentes latinoamericanos, en un foro virtual en el que el grupo expresó su respaldo a la líder opositora venezolana María Corina Machado, ante la inhabilitación que le impide competir en las presidenciales de este año.
Al confirmarse que el exmandatario derechista había fallecido, tras caer el helicóptero en el que iba con tres personas que sobrevivieron, Machado reaccionó a través de X «con el corazón partido» ante la «pérdida inmensa» que significa la muerte de este «gran aliado de los venezolanos».
La exdiputada liberal describió al chileno como un «gran amigo y excepcional latinoamericano» que «entendió la causa de los venezolanos como una justa y propia».
«Con generosidad, creatividad y energía nos acompañó hasta su última hora», agregó la antichavista que, según ha contado, se reunió, físicamente, solo una vez con Piñera, cuando este visitó Venezuela por última vez, en 2014, justamente para expresar solidaridad a la oposición, luego de una oleada de protestas antigubernamentales que dejaron entonces 43 muertos.
Aliado de Guaidó
El expresidente no dudó en calificar al Gobierno chavista como una dictadura, una posición que reforzó desde 2019, cuando reconoció al presidente del Parlamento de entonces, el opositor Juan Guaidó, como mandatario interino de Venezuela, partiendo de que Nicolás Maduro había sido reelegido en unas elecciones «antidemocráticas» en 2018.
«Venezuela tiene hoy una dictadura corrupta e incompetente (…) que tiene que terminar con elecciones libres, transparentes y democráticas», dijo Piñera en junio de 2019, al término de la ceremonia en la que rindió cuentas sobre su manejo del Gobierno.
Además de proferir sentencias como esta, en febrero de ese año fue uno de los mandatarios que acompañó a Guaidó en su intento de ingresar ayuda humanitaria al país a través de la frontera con Colombia, lo que terminó en un largo enfrentamiento con la fuerza pública que respondía, como lo hace ahora, únicamente a las órdenes de Maduro.
Guaidó, exiliado en Miami desde abril pasado, compartió el martes una fotografía de ese día junto a quien recordó como un «sincero aliado del rescate de la democracia en Venezuela».
El acompañamiento de Piñera fue tal que numerosos representantes de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición antichavista, han expresado en redes sociales sus condolencias por el fallecimiento, usando siempre palabras de agradecimiento y recordándolo como amigo y aliado.
Adversario de Maduro
Mientras Piñera acusó a Maduro de haberse «transformado en un dictador» en 2017, cuando la fuerza pública reprimió otra oleada de protestas antigubernamentales que se saldó con unos 120 muertos, en septiembre de 2018, el líder chavista implicó al Gobierno chileno en un plan magnicida.
Un mes después de haber sufrido un atentado con drones, del que salió ileso, Maduro denunció que algunas personas relacionadas con la Administración del derechista estaban «involucradas y embarradas» en este ataque, sin responsabilizar directamente a Piñera.
De cualquier modo, en varios discursos posteriores, Maduro relacionó al exmandatario con planes «extremistas de la ultraderecha», sin dejar de calificar a su Gobierno como «pinochetista», en alusión al dictador chileno Augusto Pinochet, que reprimió a sus opositores durante su mandato (1973-1990).
Esas diferencias quedaron de lado el martes, cuando el jefe de Estado venezolano expresó sus condolencias por el fallecimiento del expresidente.
«Nos unimos al duelo que embarga al pueblo de Chile ante el lamentable fallecimiento del expresidente», escribió en X Maduro, que compartió una vieja fotografía que lo muestra junto a Piñera, al tiempo que expresó sus «sinceras palabras de apoyo y solidaridad» a los familiares y amigos.
Las relaciones entre ambos países han mantenido cierta tirantez luego de la salida del poder de Piñera y la llegada de Gabriel Boric, quien, si bien es más cercano ideológicamente al chavismo, también ha criticado el accionar de Maduro e, incluso, ha considerado que el proyecto chavista, en el poder desde 1999, «ha fracasado».