Leticia Núñez (ALN).- El líder conservador se convierte en el tercer presidente con más apoyos desde la llegada de la democracia a Chile en 1990. Los 3.794.549 votos que Piñera consiguió en las elecciones de este domingo le sirven para desbancar a Michelle Bachelet. El oro sigue siendo para Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien gobernó entre 1994 y 2000, gracias a más de cuatro millones de sufragios. Patricio Aylwin, líder de la transición, mantiene la plata con 3,8 millones de votos.
La cifra lo dice todo: 3.794.549 votos. Son los apoyos que este domingo conquistó el conservador Sebastián Piñera para volver a gobernar Chile. Se impuso al socialdemócrata Alejandro Guillier, con 3.158.513 sufragios. Son 1.400.000 más que en la primera vuelta, celebrada el pasado 19 de noviembre, y 200.000 más que en su primer triunfo en 2010. Un dato inédito e histórico para la derecha chilena, que vuelve al Palacio de La Moneda por segunda vez desde la llegada de la democracia en 1990.
Una cifra que también le sirve a Piñera para subirse al podio de los presidentes más votados en Chile. Desde hoy ocupa el cajón de bronce. Un puesto que hasta ahora pertenecía a la actual presidenta, Michelle Bachelet, quien en las elecciones de 2005 consiguió 3.723.019 sufragios y en 2013 regresó a la Presidencia con 3.470.055 apoyos.
Así que el próximo 11 de marzo, la mandataria socialista no sólo cederá la banda presidencial a Piñera, como ya ocurrió en 2010, sino que también se despedirá del simbólico pedestal de los más apoyados. Dos golpes en uno.
Pero a quieesn no ha superado Piñera, un empresario y político cuya fortuna ronda los 2.700 millones de dólares según la revista Forbes, es a los expresidentes Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Patricio Aylwin. Ambos mantienen el oro y la plata, respectivamente.
Frei gobernó Chile en el periodo comprendido entre 1994 y 2000 gracias a un total de 4.040.497 votos, el 57,98%. Es el récord de apoyos en Chile. El éxito “arrollador” de Frei, según recoge la crónica del momento que se publicó en el periódico El País, se basó “en el buen desempeño del actual Gobierno de la Concertación” que presidía Patricio Aylwin. El texto resaltó que por primera vez en muchos años se produjo en Chile un cambio de presidente sin cambio de mayoría.
Antes de llegar a La Moneda, Frei se había impuesto en las primarias de la Concertación a Ricardo Lagos, quien terminaría siendo presidente del 2000 al 2006. Lo hizo con la nada despreciable cifra de 3.683.158 votos. Es decir, con más sufragios que los obtenidos por Piñera en 2009 y por Bachelet en 2013.
Más de la mitad de los chilenos volvió a quedarse en casa este domingo
Finalmente, Aylwin conserva la plata. Dicho de otra manera: es el segundo presidente más votado en la historia democrática chilena. Era 1989 y Aylwin se convirtió en el primer mandatario democrático tras 17 años de dictadura de Augusto Pinochet.
Obtuvo 3.850.571 votos, el 55,17% del total, frente a los 2.052.116 de Hernán Büchi, el candidato de los partidarios del régimen militar de Pinochet. Aylwin, líder de la transición chilena, murió en abril de 2016 a los 97 años.
Las elecciones de este domingo también dejan una mayor participación que la registrada en la primera vuelta, donde la abstención fue la gran ganadora. En esta ocasión, votaron algo más de siete millones de chilenos (7.006.393 personas). Es decir, el 48,8% frente a los 6,6 millones del 19 de noviembre (un 47%), según las cifras del Servicio Electoral chileno (Servel). Esto es, 300.000 ciudadanos más se acercaron a las urnas para elegir presidente. Aun así, más de la mitad de los chilenos optó por quedarse en casa.
Piñera ha conseguido más votos que Bachelet en las elecciones de 2005, cuando obtuvo 3.723.019 sufragios
Un último dato. La amplia victoria de Piñera se vio empañada por dos aspectos. El primero, de menor relevancia, es el triunfo de Alejandro Guillier en el extranjero, donde alcanzó un 69,02% de respaldo, frente al 30,98% del mandatario. El líder de Nueva Mayoría ganó en Nueva Zelanda, Noruega, Rusia, Japón y España, entre otros.
Y el segundo, y más importante, es que no le espera una tarea sencilla en La Moneda. El principal obstáculo es la minoría de Chile Vamos en el Congreso. Con un Parlamento dividido en tres grandes bloques, integrados por una decena de partidos, será toda una hazaña para el futuro Ejecutivo abrir camino a sus proyectos.
Chile Vamos, compuesto por los partidos Evolución Política (Evópoli), Partido Regionalista Independiente, Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI) contará con 71 diputados, lo que representa un 46% del total. Por su parte, la Nueva Mayoría de Guillier suma 57 representantes, el Frente Amplio liderado por Beatriz Sánchez tendrá 21 y la Democracia Cristiana, 14.