Redacción (ALN).- Decenas de venezolanos están usando las redes sociales para vender sus riñones por elevadas sumas de dinero, un fenómeno que indica que la crisis de Venezuela persiste pese a la mejora notable de la situación en los últimos meses.
«Riñón joven y saludable a la venta. Solo gente seria, por favor», dice una publicación en el concurrido sitio de ventas de Facebook. Por el órgano, un hombre -que no se identifica- pide 100.000 dólares estadounidenses. Un venezolano que perciba el salario mínimo -uno 30 dólares por mes, y la norma para los funcionarios públicos y pensionistas- necesitará más de 3.333 años para reunir la cifra.
La publicación más preocupante surge de una joven que 15 años, que asegura que vende un riñón, con el permiso de sus padres, porque desea independizarse y «darle una mejor vida» a sus hermanos.
«No es para comprar estupideces como ropa y zapatos, es para tener mi propia casa, no hay ningún problema legal ya que tengo el permiso de mis representantes», afirma la joven, que aspira a obtener 30.000 dólares estadounidenses por su órgano.
Una crisis que no cesa
Venezuela parece haber dejado atrás los peores años de la crisis que padece: La escasez y la alta inflación ya no golpean con fuerza y, aunque la conflictividad se mantiene, ya no hay violencia política en las calles.
Pero la crisis persiste. Cada día millones de personas que permanecen en inseguridad alimentaria se van a la cama sin comer, los servicios públicos fallan en casi todo el país y el aparato productivo pasa por horas bajas.
Son las características de lo que los analistas venezolanos han llamado «la pax bodegónica» o «paz negativa», en la que hay ciertas libertades y apertura para algunos siempre que no sean una amenaza para el poder que el chavismo, que gobierna desde 1999, controla.