Pedro Benítez (ALN).- El régimen castrista pudo detener cualquier evolución hacia una apertura económica y al mismo tiempo sostenerse por los masivos aportes en petrodólares de su aliado venezolano desde 1999. 18 años después Nicolás Maduro logra sobrevivir en medio de una bestial hiperinflación sin hacer ningún intento de reforma económica gracias al decisivo apoyo de los servicios de contrainteligencia de La Habana. Sin perspectivas de que se levante el embargo económico de EEUU, el gobierno de Cuba se aferra a Venezuela como su única y cada vez más deteriorada tabla de salvación.
Entre Cuba y Venezuela hay una coincidencia fundamental: sus respectivos regímenes se sostienen desafiando a la economía. Es notable la resistencia en ambos a emprender reformas económicas pese al evidente fracaso de sus políticas socialistas y de los ejemplos a seguir que han podido copiar.
En distintas épocas tanto Vladímir Lenin, como Nikita Khrushchev y Mijaíl Gorbachov, intentaron o llevaron a cabo reformas económicas en la auto denominada “patria socialista”. De los tres el que más lejos llegó fue el padre del Estado soviético con su Nueva Política Económica (NEP) aplicada en los años 20 del siglo pasado. Luego del caos y la hiperinflación que provocaron su primer ensayo socialista, dio un paso atrás permitiendo que los mecanismos de la oferta y la demanda actuaran libremente por una década.
Como sabemos, los gobernantes comunistas chinos (desde 1978) y vietnamitas (desde 1986) han llegado mucho más lejos restaurando abiertamente el capitalismo. Tanto en el caso de Lenin como en el de estos países asiáticos la principal motivación para impulsar la reforma fue asegurar la sobrevivencia del sistema político.
Cuba paralizó muchas reformas pro mercado luego de la llegada al poder en Venezuela de Chávez
En Europa Oriental la única dictadura comunista que se resistió a auto reformarse fue Rumanía y su dictador acabó ajusticiado.
Los únicos casos del extinto campo socialista de regímenes que se resistieron a abandonar el modelo económico socialista después de 1990 han sido Corea del Norte y Cuba, con consecuencias devastadoras para su propia población. Pese a eso, las familias Kim y Castro sobrevivieron en el poder.
En diciembre de 1994, cuando Hugo Chávez hizo el primero de sus viajes a Cuba, ese país había perdido 35% de su Producto Interior Bruto (PIB) en tres años. Era la época del durísimo Periodo Especial. En contra de todos sus deseos, Fidel Castro había permitido algunas tímidas medidas de apertura al capital privado. Sin embargo, exactamente un año después en un viaje a China, sus camaradas de Pekín, al mismo tiempo que le recibían con todos los honores, le informaban que a partir de ese momento todo el comercio de trueque entre los dos países se reemplazaría por intercambios en moneda dura.
El mensaje de los comunistas chinos era muy claro, no ayudarían a Castro si este no abría más su economía como hacían ellos.
Pero Castro no lo hizo, como tampoco lo hace hoy Nicolás Maduro.
Cuba paralizó y se deshizo de muchas de las timoratas reformas pro mercado luego de la llegada al poder en Venezuela de Chávez. Desde ese momento el subsidio petrolero venezolano lo hacía innecesario. Aunque los 4,5 millones de dólares al año que por ese concepto ha recibido el gobierno de La Habana desde 1999 son la mitad del aporte soviético previo a 1991. No obstante, ha sido suficiente para asegurar la sobrevivencia del proyecto de poder castrista.
Cuba se aferra a Maduro
Con llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2017, las perspectivas de un posible levantamiento del embargo económico de Estados Unidos se alejaron dramáticamente. Por lo tanto, el gobierno de Cuba se aferró a Venezuela como su única tabla de salvación. Maduro no puede caer, es la línea desde La Habana.
Sin tener a dónde saltar, sin haber aprovechado estos años para reformar su economía, toda la logística, toda la inteligencia y la contrainteligencia cubana se están empleando a fondo para que Maduro se sostenga en el poder a como dé lugar.
La debacle de la industria petrolera venezolana va a arrastrar también a Cuba
Hasta ahora han logrado ayudar a Maduro a controlar los brotes de descontento dentro del Ejército venezolano. Pero el problema es que los servicios de contrainteligencia de Cuba no pueden paliar la dramática crisis económica venezolana, y lo que es más importante para ellos, tampoco la caída de su producción petrolera.
En este punto hay que decir que Raúl Castro había previsto un escenario como este en 2013. Por eso su acercamiento a Barack Obama.
Con este cuadro, la actual debacle de la industria petrolera venezolana va a arrastrar también a Cuba, con lo cual se hace cada vez más probable que se repita otro Periodo Especial, una posibilidad que aterra a los jerarcas del Estado cubano.
Si cae Maduro o terminan de colapsar todas sus fuentes de recursos económicos, Cuba se queda otra vez sola y quebrada como en 1991.
¿Qué Hugo Chávez va a salvar económicamente a Maduro hoy como salvó a Fidel Castro en 1999? Vladímir Putin y Xi Jinping han dejado muy claro que no están dispuestos a dar más apoyo que el diplomático. Tener a un régimen autoritario y enemigo de Estados Unidos en América les simpatiza, pero no lo van a financiar a fondo perdido.
La respuesta de los chinos es la misma que le dieron a Castro en 1995. Por su parte, como exagente de la KGB, Putin debe saber muy bien el enorme costo financiero que para la Unión Soviética implicó sostener a Cuba por 30 años.
El sistema comunista cubano parasitó hasta contribuir al colapso de la todopoderosa URSS, exactamente de la misma manera como lo viene haciendo con Venezuela desde 1999 con idénticos resultados.
Entre los dos países, o para ser más precisos entre sus dos gobiernos, hay una relación mutuamente destructiva. Maduro sobrevive gracias a cubanos y estos gracias a Maduro.
Maduro y el grupo de extrema izquierda que le rodea sueñan con hacer de Venezuela una segunda Cuba sin aprender las lecciones económicas de los propios regímenes comunistas, mientras los cubanos quieren dejar de ser lo que han sido, pero no saben cómo.
En 2007 Chávez llegó a decir que Cuba y Venezuela eran un solo gobierno. Podríamos agregar que también son un mismo problema.