Redacción (ALN).- El gobierno de Nicolás Maduro y los partidos opositores en Venezuela retomaron esta semana sus negociaciones públicas en medio de un clima de desconfianza entre las partes y con pocos avances de los acuerdos políticos firmados hace 4 meses, según los expertos.
Este lunes, delegados de la Plataforma Unitaria antichavista y del chavismo, entre ellos el delegado jefe oficialista y presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, se vieron cara a cara en Caracas con la presencia de representantes de Noruega, que facilitan el diálogo.
Semanas habían transcurrido desde su última reunión pública. En el interín, la oposición denunció el bloqueo de su candidata presidencial, María Corina Machado, Estados Unidos dijo que revertirá la flexibilización de sanciones económicas en abril, y el gobierno denunció conspiraciones en su contra y arrestó a varios disidentes.
El delegado jefe opositor Gerardo Blyde denunció un “escalamiento” de violaciones a los puntos de los acuerdos firmados en Barbados en octubre pasado.
“Persecución” política
El vocero opositor reprochó una “campaña” contra la primaria opositora, “persecución” política y la suspensión de actividades de la oficina del Alto Comisionario para Derechos Humanos de Naciones Unidas en Venezuela, que incluyó la expulsión de 13 empleados.
Según lo pactado en el Caribe, las elecciones presidenciales deben celebrarse en el segundo semestre del año. Si bien se tenía previsto que ambos bloques acordaran la fecha de las presidenciales, el chavismo inició este mes consultas con decenas de partidos que no pertenecen a la Plataforma Unitaria para proponerla al Consejo Nacional Electoral.
Blyde adelantó que podría seguirse “la tradición democrática” del país y celebrarla en diciembre, pero otras fechas ventiladas rondan octubre y hasta mediados de año. Un comunicado del bloque opositor aclaró que aún no presentan propuesta de fecha.
El chavismo también denunció el desmontaje de un plan magnicida y detuvo a decenas de militares y algunos civiles, entre ellos la activista de derechos humanos y experta en seguridad y la Fuerza Armada venezolana, Rocío San Miguel.
El diálogo vive “un momento de muy baja confianza” entre las partes y las negociaciones atraviesan “un momento delicado”, opinó el politólogo Guillermo Tell Aveledo.
Oposición no ha hecho más que “radicalizarse y generar conflictos”
De acuerdo con el oficialismo, la oposición no ha hecho más que “radicalizarse y generar conflictos”, mientras que el antichavismo “está a la expectativa de cumplimiento de los puntos” acordados en Barbados, especialmente uno sobre autonomía electoral, indicó.
“Podemos decir que estamos peor que en octubre”, apuntó el profesor universitario y ex miembro suplente de la comisión que organizó la primaria opositora.
Pablo Andrés Quintero, politólogo y socio director de la firma Log Consultancy, opinó que el diálogo en Venezuela “nunca ha muerto”, sino que ha vivido “cierto estancamiento”, lo cual es “normal en cualquier negociación”.
“No podemos resucitar algo que no ha muerto”, dijo a la Voz de América.
Según Quintero, las conversaciones entre gobierno y oposición se mantienen más allá de cámaras y micrófonos. La “urgencia” de cada parte sigue vigente, valoró: el oficialismo quiere levantamiento de sanciones y sus opositores, mejoras electorales.
Dilatados los acuerdos
Estimó, eso sí, que el diálogo en el país “se ha dilatado” y advirtió que el ambiente electoral suele generar “más fricciones” entre los actores políticos.
“Lo firmado está andando, pero hay que darle una valoración objetiva: está transcurriendo con diferencias, hostilidad, demoras”, señaló.
El analista resaltó que la comunidad internacional, con Noruega como facilitador a la cabeza, está interesada en que los plazos del cumplimiento de los acuerdos de Barbados se cumplan y se presenten resultados en las negociaciones sobre Venezuela.
Jorge Rodríguez, delegado jefe del oficialismo para las negociaciones, defendió el diálogo esta semana y dijo que no era signo de «impunidad» ni de «debilidad».
«Es la expresión de la fortaleza de la sociedad actual venezolana, que ha venido sorteando las medidas y el bloqueo y está en perfectas condiciones para sentarse con cualquier sector de Venezuela”, señaló al culminar la reunión del lunes.
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Doriam González, politólogo de la Universidad de Los Andes, consideró que el diálogo no ha avanzado «en el fondo», a pesar de la liberación de presos políticos, el intercambio de detenidos entre Venezuela y Estados Unidos y el alivio de sanciones económicas en los sectores de petroleo y gas en el país suramericano.
Al sentarse de nuevo con la Plataforma Unitaria, el chavismo envió una señal «de no querer cerrar la puerta al mecanismo de Barbados», a pesar de manejar las iniciativas de la oposición como «una más» entre muchas otras, comentó a la VOA.
«Pareciera que las conversaciones siguen, pero cada factor buscará alternativas al protocolo aprobado por las partes sin trasgredirlo en su totalidad», añadió.
¿Qué opinan en EEUU?
Mark Feierstein, ex asesor especial para el presidente de Estados Unidos del Consejo de Seguridad Nacional, dijo en un evento sobre Venezuela organizado este martes por el Wilson Center que existe una ventana “angosta” para el éxito de los acuerdos de Barbados y advirtió sobre la importancia de incorporar en el diálogo a la candidata opositora María Corina Machado.
“Sólo ella tiene la estatura política para negociar el acuerdo”, dijo, comparando su rol en Venezuela con el que tuvo el expresidente Richard Nixon para recomponer las relaciones de Estados Unidos con China, hace medio siglo.
Feierstein advirtió que el eventual desplome de los acuerdos de Barbados y de sus compromisos aledaños, como la flexibilización de sanciones económicas, sería “una ruta riesgosa” para el gobierno de Nicolás Maduro, ya “sin garantías” para él.
William Brownfield, ex embajador de Estados Unidos en países como Venezuela, Colombia y Chile, cuestionó los frutos de una negociación en la que, criticó, una de las partes recibe de entrada todo lo que desea, en este caso, el alivio de sanciones.
“Nicolás Maduro nunca cumplirá con ningún acuerdo”, porque hacerlo significaría su salida del poder mediante elecciones, consideró Brownfield en el mismo foro.
De acuerdo con la mayoría de las encuestas privadas, la candidata opositora ganaría cómodamente a Maduro en una elección democrática, si se le permite competir.