Redacción (ALN).- Lo que comenzó con un gustó terminó en obsesión. Es el caso de la británica Melissa Sloan, que a sus 46 años tiene la cara llena de tatuajes y se queja de que ahora nadie le quiere dar trabajo.
Y vaya que es una obsesión. Porque Sloan tiene más de 800 tatuajes en todo el cuerpo, una parte de ellos en la cara, la cual lleva cubierta de tinta.
“Me dejo llevar por la corriente, lo que me gusta me lo pongo en la cara”, comentó la mujer a la prensa británica.
El caso se complica aún más porque la mujer es madre de dos pequeños, que han visto momentos difíciles desde que en casa escasea el dinero.
Según dice Sloan, le ha costado conseguir trabajo porque los empleadores la miran con malos ojos cuando aparece en las entrevistas con el rostro lleno de tatuajes.
“Es gratis, me los hago yo misma o mi novio que fue entrenado para hacerlo. Me dejo llevar por la inspiración, me queda espacio y me lo pongo”, expresó sobre los dibujos que adornan su cuerpo.
Las dificultades para esta mujer son tantas que una vez no le permitieron entrar a un acto en la escuela de su hijo por su aspecto. Asimismo, señala que en la calle todos se quedan mirándola con gestos de desaprobación.
Sin embargo, aclara que continuará llenando su cuerpo de tatuajes. Eso sí, no sabe cuántos más podrá hacerse, porque en su cuerpo ya casi no queda espacio para más tinta.
Con información de TN.