(EFE).- Al menos 12 personas resultaron heridas, algunas de cierta consideración, al derrumbarse una pared de cristal de una piscina en un hotel de Curazao de la cadena Sandals, en cuyas instalaciones de Bahamas murieron en mayo pasado tres turistas estadounidenses.
Según el boletín de la Policía de este viernes, los heridos eran huéspedes del recién inaugurado Sandals Royal Curacao, ubicado en la zona de Santa Barbara.
La investigación apunta a que la razón de la ruptura del vidrio fue la gran cantidad de gente que había en la piscina, de modelo infinita, porque se estaba celebrando allí una fiesta desde la víspera.
Algunos de los heridos tuvieron que ser trasladados en ambulancia a un hospital cercano. Uno de ellos, una mujer, quedó atrapada bajo el panel de cristal pero recuperó pronto la consciencia.
El accidente en un hotel de Curazao
La gerencia del hotel trató de rebajar la importancia de lo sucedido y señaló en un comunicado que la piscina sufrió «un problema» con uno de sus paneles. Lo que causó «heridas menores» a algunos huéspedes y obligó al cierre del área.
Este nuevo suceso en un complejo de esta cadena en el Caribe ocurre después de que a principios de mayo pasado tres turistas de EE.UU. fueran encontrados muertos en el hotel Sandals Emerald Bay de la isla de Gran Exuma, en el archipiélago de Bahamas.
Los turistas fallecieron a causa de la inhalación de monóxido de carbono, según las autopsias realizadas y la investigación de la Policía de Bahamas.
El caso alcanzó gran interés mediático por la falta de información inicial y las conjeturas sobre las causas de estos decesos al no tener los cuerpos signos de violencia.
Unas semanas después, Sandals Resorts International anunció que instaló detectores de monóxido de carbono en todas las habitaciones del hotel.