Daniel Gómez (ALN).- Es oficial: el 20 de enero Joe Biden será el nuevo presidente de Estados Unidos. El Congreso validó este jueves su victoria con 306 votos electorales frente a 232. Todo esto pese a los esfuerzos del presidente, Donald Trump, por invalidar la votación, y pese al asalto al Capitolio por un grupo de sus seguidores, hecho insólito en la historia de EEUU.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fracasó en su intento de anular la victoria de Joe Biden. Perdió en las urnas, perdió en los tribunales y finalmente perdió en el Congreso.
A pesar de que un discurso del presidente desatara una turba que asaltó este miércoles el Capitolio para interrumpir la sesión, esta se demoró pero no se interrumpió y en la madrugada del jueves en Washington, los legisladores certificaron el triunfo del candidato demócrata.
Biden derrotó a Trump por 306 votos electorales frente a 232 y asumirá la presidencia el 20 de enero.
En un reciente comunicado, Trump aceptó finalmente la victoria de Biden y prometió una transición ordenada.
“Aunque no estoy totalmente de acuerdo con el resultado de las elecciones y los hechos me lo confirman, habrá una transición ordenada el 20 de enero”, dijo Trump.
El discurso de Trump que desató las protestas
No hay que olvidar que el presidente se ha pasado los últimos dos meses negándose a reconocer la victoria de su rival demócrata. En este tiempo, ha vertido acusaciones infundadas sobre un fraude electoral masivo que han sido rechazadas por docenas de tribunales, compañeros de partido, expresidentes republicanos e incluso el que fuera su fiscal general, William Baar, que dimitió el pasado 15 de diciembre por estas discrepancias.
La ofensiva de Trump contra Biden se cerró con un episodio insólito en Estados Unidos. En un discurso en Washington ante una multitud de fanáticos, el mandatario continuó alimentando las sospechas de fraude y los alentó a protestar.
“Tendremos que luchar mucho más duro”, dijo Trump. “Vamos a caminar hasta el Capitolio y vitorear a nuestros valientes senadores y congresistas, hombres y mujeres, aunque probablemente no aplaudiremos tanto a algunos de ellos. Porque nunca recuperarán nuestro país con debilidad”.
El asalto al Capitolio
Tras estas palabras Trump se refugió en la Casa Blanca mientras esa multitud irrumpía en el Capitolio, desactivando rápidamente un frágil cordón policial.
Los fanáticos se adentraron en el recinto, llegando incluso hasta las oficinas de los legisladores, sentándose en sus despachos, robando material y decorados, rompiéndolos… Algunos grababan el asalto con sus móviles, lanzaban gritos patrióticos, agitaban banderas confederadas junto con otras que llevaban la palabra Trump.
Pero en el Capitolio también hubo armas y disparos de fuego. En el interior del edificio una manifestante fue asesinada por la policía de un disparo en el cuello. Otros tres fallecieron como consecuencia de “urgencias médicas”. No se dieron más detalles. También 14 agentes resultaron heridos, y dos de ellos se encuentran en estado grave.
Cuando Trump vio que sus fanáticos irrumpieron en el Capitolio, clamó por una protesta pacífica, diciendo que los republicanos son los defensores de la ley y el orden, al tiempo que seguía sosteniendo sus denuncias sobre fraude en Twitter. El incoherente mensaje, plagado de dudosas afirmaciones, provocó que la red social suspendiera la cuenta del presidente por 12 horas. Y aunque ahora habla de una transición pacífica, promete seguir dando guerra en lo que algunos analistas consideran el primer acto de campaña de cara a las presidenciales de 2024.
“Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha para asegurar que sólo se contaran los votos legales. Si bien esto representa el final del mejor primer mandato en la historia presidencial, es sólo el comienzo de nuestra lucha para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”, afirmó Trump en su último comunicado.