Daniel Gómez (ALN).- Scotiabank es un banco atípico en Canadá. Allí las entidades no son dadas a operar en el extranjero. Pero ésta rompió la tendencia y le salió bien. En el ejercicio fiscal de 2017, ganó 1.900 millones de dólares en Latinoamérica, su único mercado internacional. Dinero suficiente para afrontar sin riesgo la compra de BBVA Chile, la cual se saldará por 2.200 millones de dólares.
En el mercado financiero de Chile hay más de 20 bancos, pero sólo los cinco primeros consiguen prosperar. Un selecto club al que quiere acceder Scotiabank. De ahí los 2.200 millones de dólares que ofreció a BBVA para comprarle la filial chilena.
Con sede en Toronto, The Bank of Nova Scotia, nombre oficial de Scotiabank, es el tercer banco de Canadá en número de activos y destaca por ser uno de los más atípicos.
En Canadá, los grupos financieros no son dados a operaciones internacionales, pero este ha roto la tendencia y ha registrado buenos resultados. Los estados financieros de 2017 (el año fiscal cerró el 31 de octubre) hablan por sí solos. Las ganancias ascendieron a 6.444 millones de dólares, un 8% más que en 2016, según el informe de cuentas presentado este martes.
Si la compra de BBVA Chile llega a buen puerto, Scotiabank pasaría a gestionar activos de unos 37.000 millones de dólares
Uno de los sectores más dinámicos de Scotiabank fue el de Banca Internacional. Éste evolucionó a doble dígito (15%) y sumó 1.900 millones de dólares a las cuentas. “Estos resultados fueron impulsados por el crecimiento de depósitos de dos dígitos y préstamos minoristas en la región clave de la Alianza del Pacífico, complementados por sólidos resultados del Caribe y América Central”, matiza Brian Porter, presidente de Scotiabank, en el comunicado publicado este martes.
El negocio internacional, que contempla las operaciones en Chile, Colombia, México y Perú, significa 20% dentro de las cuentas del grupo. La expansión por América Latina figura como una prioridad en los planes del presidente.
Porter agrega: “Nuestra posición de capital se mantuvo sólida, y un índice de capital ordinario de 11,5% nos brinda la opción de respaldar las inversiones requeridas para ejecutar nuestra agenda estratégica”. Esta hoja de ruta no es otra que la compra de BBVA Chile para que Scotiabank se convierta en uno de los bancos más grandes del país latinoamericano.
El club de los cinco
Al igual que BBVA, Scotiabank informó a las autoridades bursátiles del estado de la operación en Chile. “El banco ha ofrecido adquirir los intereses de BBVA en Chile por aproximadamente 2.200 millones de dólares. Si se completa la transacción, el índice de capital se verá afectado en aproximadamente 100 puntos básicos”, precisó la entidad canadiense en el informe de cuentas.
Si la operación llega a buen puerto, una vez concluida la integración de la filial de BBVA, Scotiabank pasaría a gestionar activos de aproximadamente 37.000 millones de dólares. Una envergadura con la que es posible prosperar en la banca chilena.
Y es que como explicó Jaime Sáenz de Tejada, director financiero de BBVA, la filosofía de este mercado es muy particular: “Chile es un país pequeño y desarrollado, en el que los cinco primeros bancos tienen el 75% de la cuota. Hay que formar parte de ese grupo para ser rentable y tratamos de llegar ahí durante 20 años, pero por diferentes razones las oportunidades de crecimiento inorgánico no se han logrado”,
Según datos de la Superintendencia Financiera de Chile, el club de los cinco lo encabeza Banco Santander de España. El Banco del Estado de Chile ocupa el segundo puesto, mientras que en tercera posición está el Banco de Chile, controlado por la familia chilena Luksic.
Desplazar a estos tres del podio es un plan demasiado ambicioso para Scotiabank. No así adelantar al Banco de Crédito e Inversiones y a Itaú Corpbanca, que se reparten el cuarto y quinto lugar.
Los retos de Scotiabank en Chile
Para que las previsiones se cumplan, Scotiabank tiene que ver cómo abordar los retos que le planteó la calificadora Moody’s en verano, cuando se conoció la operación. El primero ya lo solventó. Entonces la agencia dijo que la operación era negativa para Scotiabank y su rating de crédito. “Tendría que asignar más capital a los mercados internacionales, donde tiene menos presencia y poder de fijación de precios que en casa”.
No obstante, como destacó el presidente Porter, Scotiabank está en condiciones de hacer adquisiciones pues ha mejorado el brazo financiero gracias al impulso de las operaciones internacionales, es decir, las de América Latina.
Los otros retos tienen que ver con los problemas que acusó BBVA Chile para ser rentable: “Una débil capitalización, márgenes modestos que reflejan una cartera conservadora, altos costos, y una alta dependencia en financiamiento mayorista”, señaló Moody’s.
Pese a todo, Scotiabank se aferra a la oportunidad que presenta Chile y la filial de BBVA. El país, aunque pequeño, destaca por ser uno de los más estables de Latinoamérica. Y BBVA Chile, pese a los problemas de rentabilidad que dio al grupo español, es una franquicia asentada y con activos de alta calidad. Así que otro de los retos del banco canadiense será mantener la buena imagen lograda por BBVA en sus 20 años de historia en el país.