Leticia Núñez (ALN).- La constructora española ya es la primera inversora privada de infraestructuras en Colombia y Chile. De enero hasta julio, ha obtenido importantes contratos en México y Bolivia. El último lo consiguió este jueves: construirá cuatro subestaciones eléctricas en Chile por 36 millones de euros.
El presidente y consejero delegado de Sacyr, Manuel Manrique, pidió hace dos años mirar hacia los grandes mercados de América Latina con ambición. Dicho y hecho. Hoy la constructora española ya es el primer inversor privado de infraestructuras en Colombia y Chile, donde ha cumplido 20 años. Sin ir más lejos, este jueves cerró seis contratos para la construcción de cuatro subestaciones eléctricas en el país por un importe de 41 millones de dólares (aproximadamente 36 millones de euros), en consorcio con la también española Isotron. Las subestaciones tendrán una potencia de 220 kilovatios cada una y se instalarán en Santiago de Chile.
En lo que va de año, Sacyr ha conseguido siete proyectos en América Latina, que suman 1.250 millones de euros (1.451 millones de dólares). La primera adjudicación en la región se produjo en febrero. El Ministerio de Obras Públicas chileno otorgó a la empresa española la construcción del futuro Hospital Biprovincial de Quillota-Petorca, en Valparaíso. La operación superó los 107 millones de euros (114 millones de dólares).
Esa misma semana Sacyr volvió a incrementar su presencia en Chile con un contrato de operación y mantenimiento de la red de media y baja tensión por 47 millones de euros (50 millones de dólares). En total, la firma lleva más de 20 años en el país latinoamericano y se ha adjudicado 13 proyectos con una inversión de 6.100 millones de euros (6.500 millones de dólares) y la construcción de más de 1.300 kilómetros de autopistas.
Sacyr negocia con la Agencia colombiana de Infraestructuras para evitar la caducidad de un contrato
A ello se unió en marzo la adjudicación de la nueva planta de cemento en Potosí (Bolivia), firmada con el Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas para la estatal Cementos de Bolivia. Este contrato, por importe de 206 millones de euros (241 millones de dólares) es el segundo de similares características en ese país, tras la adjudicación de la cementera de Oruro en 2015, y el tercero en Suramérica tras conseguir en 2016 la línea de Riobamba (Ecuador).
Un mes después le llegó el proyecto más grande de los conseguidos en los siete primeros meses del año: la autopista que unirá Cúcuta y Pamplona por 640 millones de euros (729 millones de dólares). La vía está considerada como “clave para la conectividad territorial” de Colombia. De hecho, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aseguró en el acto de la firma del contrato que “permitirá conectar con buenas carreteras todo el país, desde Ecuador hasta Venezuela”.
Dicha autopista se añade a otras tres concesiones anteriores, que suman una inversión cercana a 1.700 millones de euros (1.979 millones de dólares). Pero no todo es un camino de rosas para la empresa. Precisamente, Sacyr mantiene paralizado el Corredor 5 entre Puerta de Hierro-Palmar y Cruz del Viso, una carretera “estratégica” para las autoridades colombianas. El estancamiento de las obras se produjo después de que la compañía española encontrara en la zona “arcillas expansivas”, que encarecían el proyecto y no hacían viable acometerlo con el presupuesto que le fue adjudicado en julio de 2015: 275 millones de dólares (aproximadamente 245 millones de euros). Por ahora, se encuentra negociando con la Agencia Nacional de Infraestructuras para evitar la caducidad del contrato. Aunque el grupo calificó el conflicto como algo “puntual”, lo cierto es que sus problemas en el país se remontan a 1997. Aun así, aseguró que su presencia en Colombia no está en peligro.
También en Colombia y entre los proyectos en marcha, destaca la construcción del puente Pumarejo en Barranquilla, que será el más largo del país con 2,28 kilómetros. Permitirá el paso de embarcaciones de gran calado y la mejora de la circulación, especialmente de los vehículos pesados que transitan en ambas direcciones. La obra se encuentra avanzada en más de un 30%.
Dos contratos para superar el mal trago
Sacyr se recompuso de su última disputa en Colombia adjudicándose dos contratos más en México: un hospital por 21 millones de euros (23,4 millones de dólares) y una autopista por 190 millones de euros (216 millones de dólares). Dos concesiones que refuerzan su actividad en tierras mexicanas, donde cuenta con varios proyectos en desarrollo, como el hospital de Querétaro, el primer tramo de la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara y la gran losa de cimentación del Centro de Transporte Terrestre del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.
El 84% de su cartera actual, de 4.131 millones de euros (4.338 millones de dólares), está en el exterior. Un mercado internacional en el que Latinoamérica tiene mucho peso. De hecho, la importancia de algunos países de la región es similar a la de España, que supone un 17%. Chile representa el 15%, igual que Colombia; mientras que Brasil, México y Perú suponen un 3% cada uno.