Daniel Gómez (ALN).- “Ya estamos acostumbrados”, dijo en México el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, cuando le preguntaron por las amenazas de la Casa Blanca de sancionar a la compañía rusa Rosneft por hacer negocios Maduro.
La Casa Blanca tiene en el foco a la petrolera rusa Rosneft. Esta semana, dos funcionarios del gobierno de Donald Trump, el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, y el enviado especial para Venezuela, Elliott Abrams, se han referido públicamente a Rosneft, a su importancia para el régimen de Nicolás Maduro, y a que podría ser objeto de sanciones pronto.
¿Qué tiene Rusia que decir al respecto? Al canciller de Vladímir Putin, Serguéi Lavrov, le preguntaron por las advertencias a Rosneft en una rueda de prensa en Ciudad de México, y esto respondió:
“Escuché otra amenaza de Washington para castigar a todos los que de alguna manera cooperan con Venezuela. Ya estamos acostumbrados. Nos acostumbramos al hecho de que los funcionarios estadounidenses, sin dudarlo, declaran que Washington está comprometido con la Doctrina Monroe y que esta debe implementarse”, dijo Lavrov.
Con la mención a la Doctrina Monroe el ministro se lleva la respuesta al terreno geopolítico. La Doctrina Monroe considera “América para los americanos”. Toda América. Desde la Patagonia hasta Alaska. Y esta es una crítica habitual en el discurso de Rusia hacia EEUU, diciendo que con la Doctrina Monroe crea “un patio trasero”.
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Por eso, en la pregunta sobre Rosneft, Serguéi Lavrov continuó la respuesta así:
“Si los países latinoamericanos se sienten cómodos con tal custodia [la de Washington], entonces este es su derecho soberano. Creo que esto es ofensivo para todos los países latinoamericanos, sin importar la posición que tomen sobre Venezuela o sobre cualquier otro problema internacional”.
Hasta ahora, cuando Washington amenazaba a Rosneft, Moscú respondía diciendo que “a las petroleras amigas” como la estadounidense Chevron no las amenazaban. Al contrario. Le extendían la licencia para seguir operando en Venezuela.
Pero lo cierto es que ahora el gobierno de Trump también mete a Chevron en el saco de las amenazas. Un alto funcionario en condición de anonimato dijo que tanto Rosneft, como Chevron, como las europeas Repsol y Eni, podrían ser sancionadas si seguían haciendo negocios con Maduro.
Pero también es cierto que, sobre las sanciones a las petroleras, los funcionarios que han hablado públicamente (Robert O’Brien y Elliott Abrams) se han referido sólo a Rosneft, y no al resto de las compañías.