Daniel Gómez (ALN).- El gobierno de Vladímir Putin, el primero y casi único en reconocer a Luis Parra como presidente de la Asamblea Nacional, el gobierno que dijo abiertamente que para dar asesoría financiera a Nicolás Maduro no podía seguir en el Parlamento Juan Guaidó, ahora dice que no tuvieron nada que ver con el golpe de Estado contra el Palacio Legislativo. Que no presionaron. Que todo es “relleno” de la prensa occidental para enturbiar la relación Moscú-Caracas.
“Los malvados buscan constantemente una especie de doble fondo. Sin encontrarlo, recurren a un método comprobado de relleno de información, especulación, falsificación, que tiene el objetivo principal de socavar la relación de confianza entre Rusia y Venezuela y crear una atmósfera tóxica en torno a la presencia rusa en América Latina”.
Eso dijo este jueves la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova. En su intervención citó un artículo de Bloomberg. Una entrevista que la agencia estadounidense le hizo al viceministro de Finanzas ruso, Serguéi Storchak a principios de 2020, antes del 5 de enero en que el régimen atentó contra la Asamblea Nacional de Juan Guaidó.
“En forma de conclusiones políticas profundas, se presentó el material de la agencia Bloomberg de que [Rusia] supuestamente estaba esperando el cambio de liderazgo del Parlamento venezolano para decidir sobre la prestación de asistencia experta a Caracas en la esfera financiera”, dijo Zakharova.
En aquella entrevista lo que el viceministro de Finanzas dijo no necesitaba “relleno” ni interpretaciones. Fue claro:
“Si [Guaidó] no renueva su mandato, Rusia intensificará los esfuerzos para ayudar a los funcionarios de Maduro a enfrentar la crisis económica”.
En lo concreto, Storchak aseguró tener un plan para reactivar la economía de Venezuela. “Un plan en el que han trabajado 12 técnicos rusos”.
“Creo que la situación comenzará a cambiar a mediados de enero”, concluyó el viceministro ruso refiriéndose a la elección del 5 de enero. Una elección que se inclinaba hacia Juan Guaidó con sus 100 apoyos garantizados, y que sólo cuestionaban el gobierno de Vladímir Putin y el diputado chavista Francisco Torrealba. Luego del golpe de Estado al Parlamento, y la autoproclamación de Luis Parra, son Rusia, Cuba y Nicaragua los únicos países que apoyan esta junta directiva.
Cuál es el pragmatismo de Rusia
La portavoz de la Cancillería rusa dijo que la relación con Venezuela “se está desarrollando en el espíritu de una asociación pragmática de beneficio mutuo”.
“El foco principal es el sector petrolero [con Venezuela]. Tenemos sugerencias para erradicar las distorsiones administrativas, que permitieron que ocurrieran durante la nacionalización”.
Aquí Storchak se refiere a las medidas de estatización petrolera de Hugo Chávez en 2009, cuando limitó a las multinacionales a una participación minoritaria en las empresas mixtas con Petróleos de Venezuela, PDVSA.
Sobre este tema ya habló el diario ALnavío. Se explicó que, como reflejo de supervivencia a las sanciones de Estados Unidos, el régimen de Nicolás Maduro entregó las operaciones a las multinacionales que todavía continúan en el país, entre ellas las rusas Rosneft y Gazprom.