Juan Carlos Zapata (ALN).- John Bolton llegó a Lima anunciando más presiones contra Maduro. Y señalando que Maduro no es serio con la negociación que adelanta con Guaidó y que solo la usa para ganar tiempo, y que la única negociación posible es que coja un avión y deje el poder. Con esto, Bolton presiona a la mesa de negociadores y, ¿rompe una regla de oro de la mediación noruega?
No. No la rompe. Por la sencilla razón de que Estados Unidos no apoya la negociación. No lo ha hecho de manera abierta. Tanto John Bolton, Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, como el presidente Donald Trump, y Elliott Abrams, Enviado Especial de Trump para Venezuela, han sido contundentes en afirmar que todas las opciones están sobre la mesa, y en todas las opciones se supone que cabe la negociación. Pero no lo han manifestado de manera abierta.
¿Y cuál es la regla de oro noruega que no rompe EEUU? Aquella que dicta “que se les dé a las partes el espacio necesario para poder avanzar en un ambiente constructivo”. O lo que es lo mismo. Que los actores clave de la escena internacional no interfieran en las negociaciones. De modo que todo lo que dijo Bolton este lunes en Lima es como para dinamitar la negociación. Para que Maduro le diga a sus delegados que no asistan más a la mesa de Barbados. Bolton insistió en una línea. Las elecciones libres no serán posible con Maduro en el poder. Esa ha sido una proclama de los Estados Unidos. Pero agrega Bolton las coletillas sobre la negociación en sí misma.
Hay señales de que, por supuesto, Estados Unidos se inclina por la negociación, y hasta el mismo Bolton dijo ayer mismo en Lima que prefiere un desenlace pacífico para la crisis de Venezuela. Cuando Elliott Abrams visitó en mayo el Vaticano y se celebraban en Oslo los primeros encuentros entre los equipos de Juan Guaidó y Nicolás Maduro, la conversación con las autoridades vaticanas versó sobre la opción de las negociaciones. Pero EEUU no lo ha dicho de manera abierta. De hecho, no participó en la cumbre de Estocolmo, en la que el Grupo de Lima, Rusia, la Unión Europea y el Vaticano, le dieron un espaldarazo a la iniciativa del gobierno de Noruega. Hasta Cuba tuvo presencia a distancia en la reunión, hecho que no sorprendería a Bolton, quien dice que Maduro negocia -nada en serio- por consejo de los cubanos con el fin de ganar tiempo y aguantar en el poder.
¿Y cuál es la regla de oro noruega que no rompe EEUU? Aquella que dicta “que se les dé a las partes el espacio necesario para poder avanzar en un ambiente constructivo”. O lo que es lo mismo. Que los actores clave de la escena internacional no interfieran en las negociaciones. De modo que todo lo que dijo Bolton este lunes en Lima es como para dinamitar la negociación. Para que Maduro les diga a sus delegados que no asistan más a la mesa de Barbados. Bolton insistió en una línea. Las elecciones libres no serán posible con Maduro en el poder. Esa ha sido una proclama de los Estados Unidos. Pero agrega Bolton las coletillas sobre la negociación en sí misma. Sentencias de Bolton que, en vez de darle espacio a las partes, como señala la regla, lo estrecha.
Que Maduro no se toma en serio la negociación.
Que sólo es para ganar tiempo.
Que lo único que hay que negociar es el avión que debe abordar para irse del país.
Que menos diálogo por parte de Maduro, y más acción, y esta acción no es otra que irse.
Para Bolton, la solución no está en la mesa. La solución viene por las sanciones, por las presiones. Y de allí el escenario en que va a anunciar un paquete de medidas de presiones contra Maduro y de la reconstrucción del país una vez este deje el poder. Bolton y su acompañante, el secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, harán los anuncios en la Conferencia Internacional sobre Venezuela en Lima, en la que participarán 60 países de América, Asia y Europa, incluyendo el Vaticano. Para Bolton, los días de Maduro están contados. Y no por lo que se acuerde en la mesa de negociación. “Es una pérdida de tiempo”, dijo.