Elizabeth Fuentes (ALN).- Trajes de alta costura, memorabilia de Andy Warhol, fotos de Harry Benson, cualquier tesoro se puede almacenar con todo el cuidado del mundo siempre que se posean las ganas y el dinero para mantenerlo hasta la próxima exhibición. O una buena venta.
Los trajes de Valentino le abrían camino a la escultura del David de Miguel Ángel: 24 piezas en el famoso color rojo bautizado con el apellido del diseñador, apostadas a lado y lado de la sala. Era a finales de los 90 y la moda invadió el Palacio Uffizi de Florencia como si se tratara de un diálogo entre dos artes. A cada obra maestra le acompañaba un diseño -Versaci, Armani, Ferré, entre otros-, hasta culminar con aquella vista inolvidable del camino rojo Valentino que conducía hacia el blanquísimo David.
Mucho después, en 2016, el Museo Metropolitano de Nueva York (MET) dedicó una de sus salas para celebrar «El Arte del Estilo» de la Condesa Jacqueline de Ribes, una de las mujeres mejor vestidas del planeta en la década de los 60, musa del fotógrafo Richard Avedon y uno de los «cisnes» de Truman Capote, como denominaba el escritor a las damas ricas, bellas y elegantes que le acompañaban a menudo. Diseños de Giorgio Armani, Pierre Balmain, Bill Blass, Dior, Roberto Cavalli, Juan Galliano, Valentino, Jean-Paul Gaultier, Laroche, Ralph Lauren, Yves Saint Laurent y Ungaro, tomados de su closet, se unieron en la sala del MET a las creaciones de la propia Condesa, quien de tanto gustarle vestirse bien terminó convertida en diseñadora.
Con solo un click, se puede admirar el closet del célebre diseñador Oscar de la Renta
Y si bien en marzo pasado hubo una exhibición retrospectiva de 130 trajes de Oscar de la Renta en el Young Museum de San Francisco, la posibilidad de conocer buena parte del closet de sus diseños -cientos de trajes guardados y cuidados religiosamente- se expande hoy en la red gracias a UOVO, una empresa neoyorquina de alta factura que ofrece «un nuevo paradigma para la administración de colecciones de arte, diseño, moda y archivos de cualquier naturaleza», como aseguran en su portal.
Desde allí se puede descubrir, precisamente, el Archivo de Oscar de la Renta, donde cientos de piezas de alta costura guardadas religiosamente, democratizan la posibilidad de admirar su trabajo a larga distancia, con solo un click. «La primera vez que salí de allí, me fui impresionado por lo que hacen para las marcas de moda. Pensé seriamente en organizar nuestro desfile de otoño allí. Es un lugar de alto concepto», dijo Alex Bolen, director ejecutivo de Oscar de la Renta luego de visitar las instalaciones de UOVO, cuyos ejecutivos se mostraron «encantados de ofrecer un espacio en el que el equipo Oscar de la Renta pueda preservar el patrimonio, el legado y la historia de la marca» y agradecieron al director ejecutivo de la firma por permitirles la exposición virtual. «Nos complace destacar algunas fotos detrás de escena de la sesión, que tuvo lugar en nuestras salas de visualización y dentro de la unidad privada de Oscar de la Renta».
Vestidos, telas, herencias, todo cabe
Con almacenamiento climatizado, salas privadas de visualización, servicios de transporte, embalaje e incluso la instalación de las obras en cualquier galería, UOVO se responsabiliza por la seguridad de las obras, los trajes, los libros o cualquier otra cosa que implique guardar bienes millonarios, garantizando además toda la discreción necesaria. También coordina mudanzas complicadas de obras de arte, bien sea en territorio estadounidense o internacionales, asunto que comienza incluso desde el embalaje y desembalaje apropiado, puerta a puerta. Obviamente aseguran colecciones durante el proceso de liquidación de herencias, organizan inventarios y proyectos de digitalización y proporcionan espacios para archivistas, restauradores y fotógrafos. Y como labor social, permiten -mediante su fundación- el almacenaje para determinados trabajos, así como facilitan espacios para guardar obras de arte prestadas para alguna exposición.
“UOVO fue concebido por el ejecutivo inmobiliario y coleccionista de arte Steven Guttman. Mientras exploraba las opciones de almacenamiento para su propia colección, Guttman identificó la creciente demanda del mercado de un nuevo modelo de almacenamiento y servicios que podría atender mejor las necesidades especializadas de coleccionistas, instituciones, galeristas, artistas y otras colecciones de alto valor. Desarrolló la primera instalación construida específicamente para Nueva York en Long Island City, que aborda el almacenamiento como un componente central de la administración de la colección, y construyó un equipo de expertos de la industria para proporcionar el más alto calibre de profesionalidad y cuidado», informan en el portal. Guttman, un adinerado experto en bienes raíces, ya había conocido el exitoso negocio de almacenaje de lujo cuando abrió en Nueva York Storage De Luxe, que ya cuenta con tres sucursales en Nueva York, tres en Queens y dos en Brooklyn. Y tan bien le funcionó la idea, que está próximo a abrir otros siete locales en Long Island y el Bronx.
La alta costura es también una obra de arte
De allí que imaginar algo más ambicioso, especialmente para un coleccionista de arte, no le fue difícil. Hoy UOVO ofrece salas de observación para que los coleccionistas puedan mostrar sus artículos a compradores potenciales, proporciona una aplicación móvil que permite a los interesados revisar sus propiedades y asigna a cada cliente un personal exclusivo que le pueda ayudar ante cualquier eventualidad. Dentro de su clientela cuentan con nombres de la talla de Calvin Klein y Tommy Hilfiger para el archivo de prendas de vestir, telas, materiales de diseño, accesorios y hasta carretes de película viejas con desfiles de años pasados.
El nombre UOVO, que significa huevo en italiano, se le ocurrió porque su especialidad es manejar mercancía frágil. Pero sobre precios, solo se conocerán cuando el interesado haga una cita y explique lo que quiere. Y si bien en otras ciudades existen sitios específicos para el almacenaje de obras de arte, como Crisostomo Fine Arte Service en Madrid y Oikos Storage, en Bogotá y Barranquilla, la novedad de UOVO -que podría ser replicada- es hacer de sus espacios una galería y, vía internet, permitirle a quien quiera contemplar, y gratis, las maravillas que alberga. Como los trajes de Oscar de la Renta.