Antonio José Chinchetru (ALN).- La petrolera Repsol sigue reduciendo a buen ritmo su exposición en Venezuela. Sin embargo, se ha marcado la “prudencia” como seña de la estrategia. Motivos no le faltan. El consejero delegado de la multinacional española dijo este jueves que llevan un mes sin recibir pagos del país suramericano.
Venezuela ha sido uno de los temas acerca de los cuales los analistas preguntaron al consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, tras la presentación de resultados del primer semestre de este año. El máximo directivo de la petrolera habló de “robustez en términos operacionales”, si bien añadió que “somos plenamente conscientes de la situación económica” del país. Reconoció que llevan un mes sin recibir pagos desde allí y defendió una postura de prudencia.
En respuesta a uno de los analistas, dijo que “a lo largo del último mes no hemos recibido pagos de Venezuela. Hemos sido prudentes en cubrir estas posiciones y tenemos la esperanza de que podamos tener un pago en los próximos días. Pero prefiero ser prudente sobre esto”.
Imaz: “La prudencia ha sido la hoja de ruta para reducir la exposición de Repsol en Venezuela”
Imaz dijo que “hemos hecho avances” en el objetivo de reducir la exposición en Venezuela. Informó, tal y como se recoge en el informe de gestión del semestre, que “hoy en día, la totalidad de la exposición que tenemos en Venezuela” es de “795 millones de euros, unos 900 millones de dólares”. “Quiero recordar que al cierre de 2017 esta cifra era de 1.700 millones de dólares”, apuntó. De esta manera, la exposición en el país gobernado por Nicolás Maduro se redujo en 800 millones de dólares en seis meses. “La prudencia ha sido la hoja de ruta para esta reducción”, destacó.
El Informe de gestión intermedio correspondiente al primer semestre de 2018 señala que la exposición se ha reducido “como consecuencia de la provisión de riesgo de crédito”, las pérdidas registradas en las sociedades venezolanas participadas y el deterioro de los instrumentos financieros. Todo ello es consecuencia “de la evolución de la situación del sector petrolero en Venezuela y de las modificaciones en los planes de explotación de los activos”.
Repsol cifra las pérdidas en las compañías venezolanas participadas en 46 millones de euros después de impuestos. El impacto negativo del deterioro de los instrumentos financieros fue de 405 millones de euros, según el informe. El documento también señala que la devaluación de la moneda venezolana no ha supuesto ningún impacto negativo en los estados financieros intermedios de la firma.