(EFE).- La diócesis de la ciudad polaca de Sosnowiec (sur), publicó este miércoles una carta que confirma el relevo de su obispo por parte del Vaticano después de que se hubieran conocido detalles de una orgía que causó escándalo en el país.
En su carta, difundida desde la página oficial de la diócesis, el administrador de la misma, Adrian Galbas, confirma haber sido nombrado por la Santa Sede después de que el papa Francisco «aceptase la renuncia presentada por el anterior pastor», el obispo Grzegorz Kaszak, quien la comunicó a través de la misma web.
El obispo no explicó las razones de su renuncia y se produjo poco después de saberse que uno de los curas de su diócesis se vio involucrado en el caso de un prostituto que fue contratado para una orgía gay en la que participaron otros curas y en la que tuvo que intervenir la Policía.
Según informaron las autoridades, cuando el prostituto enfermó debido a la ingestión de drogas y alcohol, los curas que organizaron la fiesta se negaron a auxiliarle y trataron de impedir que los enfermeros de una ambulancia pudiesen entrar en la casa parroquial, donde ocurrieron los hechos.
La polémica con los curas
Se da la circunstancia de que, en esa misma diócesis, a comienzos de este año, un diácono fue hallado muerto en unas dependencias parroquiales y la fiscalía determinó que el autor del crimen había sido otro sacerdote, quien poco después se suicidó saltando a las vías del tren.
Además, poco tiempo después de que tomase posesión de su cargo el obispo que acaba de dimitir, tuvo lugar otro incidente protagonizado por otro sacerdote de esa misma diócesis que regía el seminario de Sosnowiec y que se vio envuelto en una trifulca en un club gay.
En aquella ocasión el Vaticano decretó el cierre del seminario.
En opinión del destacado sacerdote polaco Andrzej Kobyliński, autor de varios informes sobre el estado de la Iglesia polaca, que el papa Francisco aceptase la dimisión del obispo «fue una buena decisión, pero debería haber ocurrido antes».