Redacción (ALN).- La renovación de la licencia del gobierno estadounidense a la empresa Chevron para sus operaciones en Venezuela, la próxima semana, no está en riesgo a pesar del escándalo de corrupción que ha salpicado a la estatal petrolera del país suramericano y del congelamiento de las negociaciones de México, coinciden expertos.
La petrolera Chevron Corporation recibió a finales de noviembre del año pasado de parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos una licencia que la autorizó a reanudar operaciones limitadas de extracción del petrolero venezolano por los siguientes seis meses.
Un comunicado y declaraciones de funcionarios del gobierno estadounidense indicaron que esa acción buscaba “proporcionar un alivio de sanciones específicas” como parte de una política a favor del diálogo político entre el gobierno de Nicolás Maduro y sus opositores.
Ese permiso ha permitido a Chevron enviar crudo venezolano a las refinerías de la costa del golfo de México. Su producción en las empresas mixtas llegó en enero a 90.000 barriles por día, un aumento de 80 % en comparación con noviembre, informó Bloomberg.
Esa licencia vence el 25 de este mes, es decir, la próxima semana. Las discusiones sobre su renovación o no y los términos de las operaciones de Chevron en Venezuela ocurren en un contexto de escándalo de corrupción milmillonaria de su socia, la estatal petrolera PDVSA.
El ejecutivo de Maduro denunció en marzo una“trama de corrupción” de funcionarios, intermediarios, empresarios, jueces, políticos del partido de gobierno y “mujeres de la mafia” que habría desfalcado entre 3.000 y 21.200 millones de dólares de la industria, de acuerdo con informes de las agencias de prensa internacionales, como Reuters.
La red de corrupción en PDVSA incluyó operaciones opacas de intermediarios que dejaron una mora de centenares de millones de dólares en cuentas por cobrar, según han descrito el gobierno y el fiscal general Tarek William Saab. Ya suman al menos 58 detenciones de figuras cercanas al poder venezolano.
Esa corrupción no será un factor clave para la renovación o no de la licencia a Chevron, advierten especialistas. El epicentro es el diálogo de México, dicen.
“Pareciera obvio que se va a renovar como está (la licencia de noviembre), porque no hay factores que cambien el statu quo” en las exigencias de Washington a Caracas, centradas esencialmente en el diálogo entre oposición y gobierno, dice Monaldi a la Voz de América.
Trama de impacto «bajo»
El “daño reputacional” del gobierno de Maduro por el reciente escándalo no ha tenido mayor repercusión en Estados Unidos, diagnostica en conversación con la VOA el especialista venezolano en economía y petróleo Antonio De La Cruz.
El impacto de la corrupción en PDVSA es “bajo” en la decisión de renovar o no la licencia a Chevron, señala. Según De La Cruz, la empresa “no va a perder esa oportunidad” de mejorar sus negocios en Venezuela a pesar del contexto.
“Pienso que van a conseguir la renovación de la licencia, van a seguir operando como vienen, van a seguir recibiendo los embarques de crudo (en las refinerías del golfo)”, indica.
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