(EFE).- Los países de la Unión Europea (UE) deben reducir su dependencia energética de Rusia, puesto que con la crisis en Ucrania se ha demostrado que Moscú la utiliza como «un arma», declaró este martes en Tallin el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
«Es imperativo que haya finalmente un movimiento para reducir esa dependencia», insistió Blinken en la capital estonia, al tiempo que dijo que su país trabaja con sus socios europeos para garantizar que haya un «suministro energético estable» en el mundo.
Blinken declaró que la cuestión de la garantía del suministro de energía a los países europeos fue abordada en la conversación que el lunes mantuvieron el presidente estadounidense, Joe Biden, el francés Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz y el primer ministro británico, Boris Johnson.
En una comparecencia conjunta con la primera ministra estonia, Kaja Kallas, esta admitió que los países de la UE tienen diferente grado de dependencia de los suministros energéticos rusos y que los 27 tienen que procurar reducir el impacto que tendría en sus ciudadanos un recorte del gas y petróleo que llegan de Rusia.
Tanto Biden como Kallas aludieron a que las soluciones a las que se lleguen para garantizar el suministro de energía a los países europeos tendrán también que tener en cuenta los objetivos que se han impuesto en relación con la sostenibilidad climática.
El «muro democrático» del Báltico
El secretario de Estado reiteró en la capital de Estonia -que visitó después de haber viajado a Letonia y Lituania- que Rusia «tiene que acabar esta guerra de agresión» en relación a su invasión de Ucrania. «Así de claro», zanjó en la conferencia de prensa celebrada en Tallin.
Blinken elogió lo que denominó «muro democrático» que representan los estados bálticos por ser un ejemplo de respeto del estado de derecho y de la soberanía nacional y se refirió especialmente a los logros alcanzados en los tres países en el ámbito de la digitalización.
El secretario estadounidense se refirió a las palabras del ministro ruso de Exteriores, Sergéi Lavrov, quien recientemente apeló a Washington a volver a mantener con Moscú una política de «coexistencia pacífica» como la que hubo entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética durante la Guerra Fría.
«Guerra de agresión»
Blinken apeló en ese contexto a Moscú a empezar por respetar la paz y terminar lo que volvió a calificar de «guerra de agresión» iniciada por el presidente ruso, Vladímir Putin, contra Ucrania.
En una declaración previa a la comparecencia conjunta con Kallas que Blinken hizo con la ministra estonia de Exteriores, Eva-Marie Liimets, el secretario de Estado estadounidense reiteró que su país «está absolutamente comprometido con nuestra alianza en la OTAN, con el artículo 5, el que indica que un ataque contra uno es un ataque contra todos».
«Estamos preparados para asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible para apoyar a Ucrania, preparados para asegurarnos de que haremos todo lo necesario para fortalecer a la OTAN y su flanco oriental», reiteró Blinken.