(EFE).- Dos rectores suplentes del Consejo Nacional Electoral (CNE) denunciaron este jueves la «remoción de hecho» que sufrieron el mes pasado, cuando la Asamblea Nacional, anunció la renuncia de estas autoridades, sin que ellos hubieran sido notificados antes de algún procedimiento de despido.
En una carta pública, firmada por los rectores Griselda Colina y León Arismendi, ambos recuerdan que fueron designados en mayo de 2021 para un período de 7 años producto de un procedimiento que cumplió todos los requisitos legales y que contó con el respaldo de organizaciones políticas de distinto color.
El Parlamento «decidió ponerle fin anticipado» a la directiva del CNE «con la excusa de la renuncia de los rectores cercanos al oficialismo» (…) y, «aunque no hemos renunciado, la referida medida constituye una remoción de hecho», reza la misiva.
En momentos críticos para el país y frente a acciones que pretenden sembrar desesperanza y desconfianza en torno a la ruta electoral y el derecho a la democracia en #Venezuela, junto a @Leonarismendi compartimos una carta abierta al país con nuestra postura y compromiso. pic.twitter.com/Fqrc7fIs7z
— Griselda Colina (@GrisColina) July 6, 2023
Colina explicó a EFE que, ante está decisión, «es importante alzar la voz» para manifestar desacuerdo con la forma «en que se disolvió una directiva», partiendo de la renuncia de ocho de las 15 autoridades que conforman la plana mayor del CNE.
«Eso fue una remoción de hecho (…) cuando avanzan en un nuevo proceso (para escoger nuevas autoridades de la institución), eso tiene que ser visto como un golpe a la institucionalidad electoral, a los acuerdos y a la esperanza de la gente», sostuvo.
A su juicio, «la estrategia de brazos caídos del CNE durante 2022», cuando, aseguró, no se realizaron operativos para la inscripción de nuevos votantes, «era un símbolo» de que la institución «no quería hacer ninguna concesión».
El presidente del CNE, Pedro Calzadilla, y otros rectores informaron de su decisión de renunciar «en aras de contribuir con este noble objetivo» de que Venezuela «termine de enrumbarse hacia la prosperidad económica y la estabilidad social», según la carta difundida entonces.