(EFE). La cirujana venezolana Kebeya Nessi, denunciada en España por dos mujeres que sufrieron graves secuelas tras someterse a sendas operaciones de cirugía estética, señaló este viernes que se limitó a supervisar estas intervenciones, que fueron realizadas por un cirujano español que colabora con su marca comercial.
Así lo indicó su abogado, Carlos García, después de que la facultati prestara declaración ante un juzgado de la ciudad de Cartagena (sureste), que investiga el caso para determinar si la doctora estaba o no acreditada para operar en España y si llevó a cabo las intervenciones.
La cirujana, que declaró por videoconferencia, lo hizo a petición propia, y su abogado apuntó que «Kebeya funciona como una marca comercial, que capta y recibe clientes, que en este caso son pacientes», y que trabaja a nivel mundial a través de colaboraciones de profesionales de diferentes países.
La doctora, dijo, supervisa personalmente todas estas intervenciones, que en el caso que se está investigando, ejecutó otro cirujano, quien firmó los informes y altas de las dos víctimas.
Este profesional declaró en esta causa el pasado 3 de febrero y afirmó que él había alquilado el quirófano en un hospital privado y llevó a cabo las dos intervenciones de cirugía estética.
Las dos mujeres operadas niegan categóricamente esta afirmación y aseguran que en ningún momento tuvieron conocimiento de que otra persona diferente a la doctora Nessi fuera a intervenirlas.
Ambas contrataron sus servicios por la publicidad que la cirujana hace en sus redes sociales.
Las operaciones y las denunciantes
Así la conoció Yngrid G., que fue operada en junio de 2024 en una intervención que incluía una abdominoplastia (liposucción de abdomen) con lipotransferencia de la grasa extraía a los glúteos y una mastopexia (elevación del pecho).
Tras la cirugía, pasó cinco días en la UCI de un hospital público de Cartagena, donde estuvo después un mes hospitalizada en planta, con daños en el hígado, infección bacteriana y senos necrosados, y desde entonces, ha tenido que someterse a otras dos cirugías y aún no logró recuperarse.
La otra denunciante es Olga D., intervenida el 21 de octubre de 2023 para la retirada de implantes a base de biopolímeros, una sustancia prohibida en España, y que le estaban provocando importantes dolores e inflamación.
Además, se sometió a una mamoplastia (aumento de pecho), una liposucción 360 (retirada de grasa de todo el contorno del cuerpo) y una lipotransferencia a glúteos, tras lo cual tuvo que acudir en varias ocasiones a urgencias, donde le detectaron importantes infecciones e inflamación provocadas por el líquido infiltrado durante la liposucción, que no se eliminó correctamente con masajes drenantes, como es habitual tras realizarse esta técnica.
Más grave es la situación derivada de la incorrecta retirada de los biopolímeros, que se desplazaron hasta la pierna izquierda, amenazando a las arterias, con serio riesgo para su vida, por lo que la sanidad pública aprobó hacerse cargo de la retirada de ese producto tóxico.