(EFE).- El nuevo arzobispo de la Arquidiócesis Metropolitana de Caracas, monseñor Raúl Biord Castillo, tomó posesión este sábado de su cargo en la capital de Venezuela, en sustitución del cardenal Baltazar Porras, quien había ocupado el puesto desde enero de 2023.
Durante la ceremonia, Biord Castillo, quien ejercía como obispo de la Diócesis del estado La Guaira (norte) desde el año 2013, expresó su agradecimiento al papa Francisco por haberlo designado como el arzobispo número 17 de Caracas.
«Vengo con mucha humildad, consciente de mis límites y mi pequeñez, pero confiando en su gracia y en la ayuda de todos ustedes, mis hermanos», dijo monseñor, citado en la cuenta de Instagram de la Arquidiócesis.
Desde la Catedral de Caracas, hizo un llamado a los feligreses a pedir «fervorosamente» a Dios que, en «esta hora tan difícil, llena de conflictos, violencia y resentimientos», conceda al pueblo venezolano «la gracia» de sentirse y tratarse «como hermanos» y busquen «no los intereses personales, sino el verdadero bien» del país.
En el acto, Biord Castillo expresó también su deseo de que se concrete «pronto» la canonización de José Gregorio Hernández, conocido en el país como ‘el médico de los pobres’, a quien se le atribuyen numerosos milagros en toda Suramérica.
Por otra parte, la Arquidiócesis de Caracas informó, a través de la red social, que este sábado el papa Francisco nombró a Porras como su legado pontificio para el 53 Congreso Eucarístico Internacional Quito 2024, que se realizará del 8 al 15 de septiembre próximo en Ecuador.
Recientemente, el sumo pontífice expresó su preocupación por la situación en Venezuela y llamó a todas las partes a buscar la verdad y comportarse con moderación y evitar la violencia.
Además, instó «a solucionar los contenciosos con diálogo por el bien de la población y no por los intereses de cada parte».
Venezuela vive una crisis política tras las presidenciales del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró ganador al mandatario Nicolás Maduro, un resultado cuestionado dentro y fuera del país y calificado como fraudulento por la oposición mayoritaria, que insiste en la «victoria» de su abanderado, Edmundo González Urrutia.