María Rodríguez (ALN).- Los encontronazos entre el expresidente y el presidente de Ecuador suben de tono y saltan de las críticas por la herencia de una economía en rojo al ámbito educativo y sanitario. Moreno pide perdón por ciertas políticas públicas de la Administración anterior y Correa tacha estos gestos de “irresponsabilidad” y “cinismo”.
La relación entre el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, y su antecesor en el cargo, Rafael Correa, está más tirante que nunca. A los encontronazos de las últimas semanas entre ambos políticos por la herencia de una economía en rojo (el expresidente llegó a tildar de “mediocre” y “desleal” a Moreno) se suman las palabras que pronunció este miércoles el que fuera hasta 2013 vicepresidente de Correa.
Moreno se disculpó por ciertas políticas públicas de la Administración anterior en áreas de educación y salud, según recoge el diario El Universo. No tardó en responderle el exmandatario Correa desde Bélgica a través de un mensaje en Twitter: “Qué pena escuchar a un presidente que no entiende ni de educación. Ahora resulta que estábamos equivocados construyendo Escuelas del Milenio”.
Qué pena escuchar a un presidente que no entiende ni de educación.
Ahora resulta que estábamos equivocados construyendo escuelas del milenio https://t.co/5eQbvT3FKL— Rafael Correa (@MashiRafael) 9 de agosto de 2017
La construcción de las oficialmente llamadas “Unidades Educativas del Milenio” es uno de los puntos que subscribió Ecuador junto con 147 países en 2005 en la Declaración del Milenio. En ese documento se estableció un conjunto de metas hasta 2015 y en el campo de la educación se acordó trabajar para asegurar que todos los niños completaran la educación primaria, que se lograra un acceso igualitario en cuestión de sexos y que se eliminara la desigualdad.
En el ámbito educativo, la riña que mantienen el presidente y el expresidente de Ecuador está, precisamente, en la edificación de instalaciones educativas y, en concreto, en su ubicación. En un evento para informar sobre los avances del diálogo con los pueblos y nacionalidades indígenas de Ecuador, con motivo del Día Internacional de esta comunidad, Moreno dijo que se construyeron “Escuelas del Milenio” sin tener en cuenta la distancia de las viviendas y del transporte para los niños, algo que, aseguró, corregirán.
Por su parte, Correa utilizó la ironía en Twitter para seguir respondiendo a Moreno. “Volver a escuelas unidocentes porque ‘están más cerca’ equivale a ir al estadio [de fútbol] el lunes: no hay partido, pero hay menos gente”, publicó. Asimismo, apuntó que “por ‘contentar’ a indígenas, van a condenarlos a la peor educación. ¡Cuánta irresponsabilidad!”, lanzó y adjuntó una imagen de Steve Jobs, el que fuera cofundador y presidente de Apple, en la que se incluye el texto: “Si usted quiere que todos estén contentos, no sea un líder, venda helado”.
Por «contentar» a indígenas, van a condenarlos a la peor educación. ¡Cuánta irresponsabilidad! pic.twitter.com/s0tjK3y6po
— Rafael Correa (@MashiRafael) 9 de agosto de 2017
Otro punto de discordia es la sanidad. Moreno destacó que durante el anterior gobierno se construyeron grandes hospitales, pero lamentó que se descuidaran los centros de salud ya que “hay que reacondicionarlos y equiparlos para que brinden un mejor servicio”.
Ante esta nueva crítica Correa no se manifestó. Sí lo hizo cuando el mandatario de Ecuador comunicó esta semana la decisión de vender un avión presidencial y reducir un 10% los sueldos de los funcionarios de jerarquía superior como medidas de austeridad para hacer frente al déficit de la economía ecuatoriana, que es de casi 4.800 millones de dólares (4.095 millones de euros), según publica Notimérica. El exgobernante tachó el anuncio de “cinismo” y afirmó que “la demagogia también es corrupción”.
Lejos quedan las buenas palabras y gestos que se dedicaron ambos políticos en la campaña electoral del pasado mes de abril. En ese momento, Moreno negó que el país estuviera inmerso en una crisis y sostuvo que Correa dejaba “la mesa servida”, en referencia a una supuesta economía saneada. Ahora asegura que esa misma mesa “no estaba servida” y culpa a su antecesor de las dificultades.