(EFE).- El alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, plantea confiscar las reservas de Rusia congeladas por el bloque para reconstruir Ucrania después de la guerra, en una entrevista con el «Financial Times».
«Esta es una de las cuestiones políticas más importantes que hay sobre la mesa: ¿quién va a pagar la reconstrucción de Ucrania?», dice al periódico el también vicepresidente de la Comisión Europea.
«Yo estaría muy a favor (de usar las reservas) porque tiene mucha lógica. Tenemos el dinero en nuestros bolsillos y alguien tendría que explicarme por qué puede hacerse con el dinero afgano pero no con el ruso», argumenta.
Según el FT, Borrell aludió al hecho de que el Gobierno de Estados Unidos ha asumido el control de unos 3.500 millones de dólares en activos congelados del banco central de Afganistán a fin de poder compensar a las víctimas del terrorismo y pagar la ayuda humanitaria para el país; en su opinión, lo mismo podría hacerse en el caso de Rusia.
El periódico recuerda que Rusia cuantificó en marzo en 300.000 millones de dólares sus reservas de oro y divisas congeladas por los países aliados contra el Kremlin; a través de las múltiples sanciones por su invasión de la vecina Ucrania.
El FT señala que la UE ha empezado a examinar si las reservas rusas podrían de alguna manera emplearse para la eventual reconstrucción de la exrepública soviética, pero la cuestión, explica, plantea dificultades legales.
OMS lleva ambulancias a Ucrania
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, viajó a Kiev para reunirse con el personal de la organización y evaluar las posibles fórmulas que permitan aumentar la asistencia a las víctimas de la guerra, y para hacer entrega de 20 ambulancias todoterreno.
«Conozco el horror que experimentan las personas en Ucrania y deseo que regrese la paz», indicó Tedros en un mensaje publicado en las últimas horas en su cuenta de Twitter, a través de la que informó de su estancia en la capital ucraniana.
El máximo responsable de la OMS, que nació en Eritrea, recordó que sabe cómo sienten los niños y adultos atrapados en esta contienda porque, de niño, experimentó «el olor, el sonido y la devastación de la guerra».