Daniel Gómez (ALN).- Elevar el precio de la gasolina a niveles internacionales en un país hiperinflacionario no es la mejor idea. Los analistas consultados por ALnavío califican la medida como “una locura”, “un exabrupto” que hará que casi ningún venezolano pueda pagar el combustible. Eso siempre que no tengan el “perverso” carnet de la patria.
1,10 dólares. Ese es el precio medio del litro de gasolina en el mundo, según cálculos de la consultora Global Petro Prices.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció este lunes que quiere elevar el precio del combustible a estándares internacionales. Siendo este el monto de referencia, 1,10 dólares, la medida de Maduro es entendida por los analistas consultados por el diario ALnavío como “un exabrupto”, “una locura”, “un error”.
Y es que en Venezuela ningún ciudadano medio tiene tal cantidad de dinero. Un bolívar vale menos de un centavo y el sueldo mínimo apenas alcanza los tres dólares. Llenar un tanque con el precio internacional se convertirá en toda una hazaña.
“Fijar el precio por el estándar internacional es un error, una locura. Mucho más en una economía deprimida, con una caída del Producto Interno Bruto que supera el 47%. Una medida así generará más inflación y una situación mucho más dramática”, comenta a ALnavío el diputado opositor venezolano y vicepresidente de la Comisión de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional (AN), Elías Matta.
“Si pagas la gasolina a 1,10 dólares es un exabrupto. No sólo monetario, sino en términos de salto. Pasas de una gasolina gratuita, a una cuyo precio está aumentado al infinito por ciento”, dice José Vicente Carrasquero, profesor de Ciencia Política de la Universidad Simón Bolívar.
“A esos precios es imposible que cualquier venezolano medio pueda pagar la gasolina. Es francamente difícil de pagar e instrumentar esa práctica”, agrega el diputado opositor José Guerra, presidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la AN.
“Poca gente ahora puede pagar el aumento y sin duda tendrá un impacto inflacionario importante. Pero no sería ni de lejos el único país pobre donde se pagan los precios internacionales por la gasolina. También habría que ver a qué se refiere el Gobierno con ‘precios internacionales’. No lo tengo claro”, matiza Francisco Ibarra, director de la consultora financiera Economérica.
El carnet de la patria
Maduro anunció este lunes la ocurrencia. Que los precios de la gasolina serán elevados a niveles internacionales pues el actual, prácticamente regalado, provoca “distorsiones”. Es cierto. Venezuela es el país con la gasolina más barata del mundo. Según cálculos de Global Petro Prices, un litro de combustible cuesta 0,01 dólares.
También hay que tener en cuenta que en Venezuela todos los activos están devaluados. La inflación al cierre de 2018 alcanzará 1.000.000%, de acuerdo con las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por tanto, es imposible para los venezolanos -cuyo salario mínimo es de 2.555.500 bolívares, equivalentes a 37 dólares según la cotización oficial y a tres dólares según el mercado negro- llenar un tanque de combustible con el precio internacional.
Planteado el problema, Maduro también ofreció un intento de solución. Quien tenga el carnet de la patria disfrutará de un subsidio del Gobierno. Una ayuda que mantendrán dos años, que es el tiempo que, según el presidente, tardará Venezuela en recuperar su economía.
Carrasquero: “Están recurriendo a la vieja práctica chavista de dividir a la gente”
Ahora bien, ¿qué es el carnet de la patria? Un documento de identidad con un sistema de código QR pensado para validar los datos de su portador. Eso reza la versión oficial. La que aporta Carrasquero no es tan halagüeña. “Es un mecanismo por el cual te registran”, explica.
Por así decirlo, el carnet de la patria sirve al gobierno para fichar a los ciudadanos. Como si de un Gran Hermano se tratase. Este es un elemento clave en la última estrategia de Maduro para mantenerse en el poder. No porque aplique un subsidio a sus poseedores, sino porque actúa como elemento de disputa entre los venezolanos.
“Están recurriendo a la vieja práctica chavista de dividir a la gente. Utilizan el carnet como mecanismo de disputa. Los que lo adquieran para poder pagar la gasolina, oirán decir que son unos arrastrados, unos sumisos, por contrariar a los que no lo están usando. Divide y vencerás. Por ahí andan los tiros”, comenta Carrasquero.
El director de Econométrica añade que el carnet de la patria “es un mecanismo de coacción política”. Lo afirma porque al analizar el conjunto de transferencias mediante el carnet, resulta que los montos trazados son mayores que el sueldo mínimo.
“Si a ello le sumas las transferencias en especie de los CLAP [bolsas de alimentos que distribuye el Gobierno], te darás cuenta de que el Gobierno tiene un interés en no ajustar el salario mínimo y pasar a todo el mundo a depender de estos esquemas. Es perverso, pero inmensamente efectivo. Esto se vio claramente en las pasadas elecciones”, sentencia el economista.
El aumento del precio de la gasolina
Guerra añade que no está claro cómo aplicará Maduro la medida. Baraja dos opciones. La primera es que a quien tenga un carnet de la patria se le otorgará un subsidio directo, y la segunda es que estos reciban una cierta cantidad de dinero, equivalente a una parte de la gasolina.
Por otro lado, el diputado advierte lo difícil que es instrumentar una medida así. “En Venezuela la gasolina se paga en efectivo. No hay medios digitalizados para cobrarla y adecuar las estaciones es un proceso que tarda”.
Ibarra avala el comentario de Guerra. Por un lado, comenta que las gasolineras no están dotadas con infraestructura para manejar estos pagos. “Ninguna tiene punto de cuenta en las dispensadoras de combustible”. Por otro, advierte que existe “una severa escasez de efectivo que impediría hacer los pagos”.
El director de Econométrica intuye que “lo que vendrá será algo gradual, improvisado y muy chapucero. Como toda medida que adopta el Gobierno. Para mí el aumento será gradual. El punto en este caso es ponerle coto al tráfico de combustible y la medida afecta a grupos de poder dentro del chavismo”.
Respecto al tráfico de combustible, Maduro calculó que Venezuela ha tenido “18.000 millones de dólares de pérdida por el contrabando de gasolina que se va a Colombia y al Caribe”.
Este problema sin duda es una realidad. Matta explica que, por la propia naturaleza del precio de la gasolina en Venezuela, prácticamente regalada, se incita a las mafias a seguir este tipo de prácticas.
“El contrabando en Venezuela es un problema grave. No es sólo por el contrabando del menudeo. El contrabando tiene que ver con organismos involucrados con grandes gandolas de gasolina que van hacia Colombia”, dice el diputado.
Guerra, por su parte, precisa que lo del aumento del precio de la gasolina podría ser una buena medida fiscal, algo que necesita el Gobierno para frenar la inflación. “Es una buena medida de fondo siempre y cuando logren aumentarla a un precio que cubra el desbalance financiero de PDVSA”.
Petróleos de Venezuela, más conocida como PDVSA, es la petrolera estatal. Hasta Maduro reconoce que “pierde millones” por la diferencia entre el costo de producir la gasolina -cada vez le cuesta más, de hecho- y el precio al que la vende.