Redacción (ALN).- Tibisay Lucena, la socióloga que estuvo 14 años al frente del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), murió tras una «batalla sin tregua» contra una penosa enfermedad, informó este miércoles la vicepresidenta ejecutiva de la nación caribeña, Delcy Rodríguez.
Su deceso, inesperado como todos, causó conmoción en una Venezuela que tiene en el horizonte las elecciones presidenciales en las que el chavismo se jugará su permanencia en el poder, que controla desde 1999.
En sus más de 5.000 días como presidenta del CNE, Tibisay Lucena organizó 18 elecciones, entre ellos 2 parlamentarias, 4 presidenciales, 4 de gobernadores, 4 municipales, 2 referendos constitucionales y 1 una polémica Constituyente.
La oposición de Venezuela la acusó casi en cada elección de favorecer a la bancada chavista, que ganó la mayoría de estos comicios. Sin embargo, Lucena solía rebatir con encendidos argumentos las críticas.
Pero no solo críticas ganó por la presunta parcialidad que mostró en vida con el chavismo. Países como Colombia, Estados Unidos, Canadá, Panamá, Suiza, así como la Unión Europea, emitieron sanciones contra ella al identificarla como parte fundamental del Gobierno chavista.
Además, el Senado mexicano le prohibió entrar a ese país en 2018, cuando organizó la polémica elección Constituyente.
El adiós de Tibisay Lucena al CNE
Pese a todo el ruido que generaba su presencia en el CNE, Lucena abandonó la institución en silencio y en medio de la pandemia por la covid-19, cuando los venezolanos estaban más preocupados por mantenerse vivos que por la actualidad política del país.
Fue el 12 de junio de 2020, cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) nombró a Indira Alfonso como su sucesora al frente del rector electoral. Entonces, Tibisay Lucena había completado 5.160 días al frente del CNE, una institución que, según sus detractores, acabó debilitada bajo su mandato.
Ese mismo año, Tibisay Lucena se empleó como rectora de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes) y después el presidente Nicolás Maduro la designó como ministra de Educación Universitaria.
Murió con 62 años y, como dato poco conocido, era violonchelista.