Redacción (ALN).- Tiene menos de 25 años y se llama Hernán David Landaeta Garlotti, pero es más conocido como «Satanás» por ser el sicario más sanguinario de la peligrosa banda criminal venezolana Tren de Aragua, un grupo que ya tiene ramificaciones en países como Chile y Perú.
Su historia solo puede contarse desde la violencia, que comenzó a ejercer desde muy joven. A los 18 años ya había entrado en prisión en Venezuela con el apodo de «matapolicías».
Primero estuvo en la cárcel de Alayón y más tarde en Tocorón, de donde se fuga tras activar dos granadas que acabaron con la vida de siete reclusos.
Huyó de la Justicia de su país aprovechando el éxodo que motivó la crisis, radicándose en Perú, donde fue detenido bajo barios cargos. Allí, una extensión del Tren de Aragua era conocida como «Los Caraqueños», y Landaeta Garlotti y varios de sus compinches fueron arrestados tras una ardua investigación policial.
Un informe de la televisión peruana dice lo siguiente de este peligroso delincuenta una vez que fue detenido en Lima: «Satanás es su apodo porque en el Tren de Aragua no había otro más sanguinario que él, ni siquiera el decapitador alias ‘Catire’. Nadie como Satanás a la hora de matar (…). En Lima mató a un policía y secuestró a una familia en su propia casa para robarla».
El perfil psicológico al que tuvo acceso el medio reveló que Landaeta Garlotti es «audaz, irreverente, desafiante y oportunista, usa la intimidación para fines personales».
Nueva detención
No queda claro cómo escapó de Perú -donde enfrentaba hasta 18 años de cárcel- y llegó a Chile, donde extorsionó, mató, robó y explotó sexualmente a mujeres venezolanas y colombianas.
Ahora ha vuelto a ser detenido, esta vez en Chile, junto a varios de sus secuaces y en el marco de la desarticulación de la rama del Tren de Aragua en ese país.
Se cree que mañana será presentado ante la Justicia y que se le imputarán delitos como tráfico humano, robo, secuestro, asesinato, extorsión y explotación sexual.