María Rodríguez (ALN).- António Guterres, ingeniero físico de formación, primer ministro de Portugal en los años 90 y desde enero secretario general de la Organización de Naciones Unidas, asume con determinación el papel de impulsar una solución pacífica a la crisis venezolana. Así lo demostró en su primer discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde alertó sobre la “retórica exaltada”, anticipando nuevas advertencias del presidente estadounidense, Donald Trump, contra el régimen de Nicolás Maduro.
António Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde enero de 2017, es el líder internacional que ha propiciado un nuevo diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición. “El secretario general anima a los actores políticos de Venezuela a aprovechar la oportunidad de demostrar su compromiso en abordar los problemas del país a través de la mediación y de forma pacífica”, declaró recientemente el organismo.
Y este rol de relanzar el diálogo, Guterres lo ha asumido con determinación, al igual que lo hizo el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, portavoz tras las dos primeras jornadas exploratorias celebradas en este país del Caribe, donde constató que avanzan en la definición de una agenda sobre los principales problemas de Venezuela. Medina estuvo acompañado también por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero.
El secretario general de la ONU demostró esta determinación en pro del diálogo en su primer discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas. Sin citar específicamente a Venezuela, Guterres alertó sobre los peligros de la escalada verbal. “La retórica exaltada puede llevar a malos entendidos que pueden ser fatales”. El líder de la ONU no quiere que lo que comenzó con buen pie en República Dominicana se vaya por otros derroteros.
La oposición hizo un guiño a Guterres en el marco de la reunión exploratoria. En un comunicado sobre las condiciones exigidas para iniciar una negociación con el Gobierno de Nicolás Maduro, la Mesa de la Unidad Democrática afirmó: «Atendimos la iniciativa del presidente Danilo Medina y la ONU a una reunión exploratoria».
Sin citar específicamente a Venezuela, Guterres alertó sobre los peligros de la escalada verbal
Guterres pareció así anticipar en su discurso lo que posteriormente afirmó Donald Trump, presidente de Estados Unidos. “La situación es completamente inaceptable [en Venezuela]. No podemos quedarnos al margen y mirar (…) Estamos preparados para ejercer medidas adicionales si el gobierno de Venezuela persiste en imponer su régimen autoritario contra el pueblo venezolano”.
Guterres nació el 30 de abril de 1949 en Lisboa (Portugal) en plena dictadura salazarista, instaurada en 1926 por António Oliveira Salazar.
Hijo de un funcionario de la compañía del gas y la electricidad portuguesa, Guterres se formó en el Liceu Camões, una de las escuelas más prestigiosas del país, según apunta la Fundación Cidob (Centro de Documentación Internacional de Barcelona) en una biografía del hoy secretario general de la ONU. Posteriormente, se licenció en ingeniería física y electrónica “con altas calificaciones”, tal como precisa también la Fundación.
Pero a este hombre de ciencias, la política le empezó a interesar bien temprano. A finales de los años 60, Guterres ya participaba en grupos de reflexión cristiana que debatían sobre cuestiones políticas, sociales y religiosas, y se mostraba activo en diversas organizaciones de servicio ciudadano.
Precisamente en esos años se empezó a vivir una etapa de liberalización moderada de la dictadura salazarista bajo el gobierno del primer ministro Marcelo Caetano (1968-1974). Caetano asumió el poder tras la decisión del presidente Américo Tomás de apartar del cargo a Salazar, incapacitado para tareas de Gobierno por un accidente doméstico que le provocó un hematoma cerebral y por el que murió en 1970 a los 81 años.
Casualidad o no, Guterres se unió al Partido Socialista (PS) de Portugal en 1974, el mismo año en el que un levantamiento militar -conocido como la Revolución de los Claveles– llevó la democracia al país tras cinco décadas de dictadura. Sólo un año antes de la revolución, el político portugués Mário Soares fundó el Partido Socialista en la ciudad alemana de Bad Münstereifel.
Inicialmente Guterres, apreciado por sus dotes organizativas, entró en la Comisión Nacional del PS, donde asumió labores de coordinación y desde 1976 dirigió las campañas del partido para las elecciones legislativas.
Tras casi 20 años de afiliación y de ocupar varios cargos en la Asamblea de la República y en el propio PS, el 23 de febrero de 1992 fue nombrado secretario general del partido. Tomó así el relevo a Jorge Sampaio, quien dimitió días antes por las críticas internas a su liderazgo que se remontaban a las elecciones generales de octubre de 1991. En estos comicios, el Partido Socialista, pese a ganar votos y escaños, fue incapaz de romper la mayoría absoluta del Partido Social Demócrata (PSD) de Aníbal António Cavaco, primer ministro del país desde 1985 hasta 1995 y posteriormente presidente de Portugal desde 2006 hasta 2016.
Guterres fue elegido primer ministro de Portugal en 1995. Consiguió la reelección en 1999
Ya en 1995 llegó la gran oportunidad política para este ingeniero físico. El PS venció en las elecciones y Guterres fue elegido primer ministro. Consiguió la reelección en 1999. Desde enero de ese año hasta julio del 2000 ocupó la Presidencia del Consejo Europeo. A finales del 2001, cuando los socialistas perdieron las principales alcaldías de las ciudades lusas (incluidas Lisboa, Oporto y Coimbra) en las elecciones municipales, Guterres renunció y terminó su Gobierno.
Las elecciones de 2002 las ganó el Partido Social Demócrata, liderado entonces por José Manuel Durão Barroso, expresidente de la Comisión Europea.
Desde el Cidob apuntan que el crédito internacional de Guterres quedó cimentado por los sucesivos eventos de los que fue organizador y anfitrión como primer ministro del país. Algunos ejemplos son la cumbre en Lisboa en 1996 con las seis antiguas colonias portuguesas de África y América (encuentro que supuso la puesta en marcha de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa), la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), celebrada ese mismo año, también en Lisboa, y la VIII Cumbre Iberoamericana que acogió Oporto en 1998, entre otros muchos foros.
Guterres más allá del Gobierno de Portugal
Entre 2005 y 2015, Guterres asumió el cargo de alto comisionado de Acnur (Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas). Estuvo al frente de la organización en algunas de las peores crisis de refugiados de la historia, incluyendo las de Siria, Afganistán e Irak.
El 1 de enero de 2017 Guterres, precedido por una reputación de hombre amable, concienzudo y honesto, tal como reflejan en el Cidob, asumió la Secretaría General de la Organización de Naciones Unidas y sucedió así al surcoreano Ban Ki-moon. “Al final, hubo sólo un candidato cuya experiencia, visión y versatilidad a lo largo de una variedad de áreas demostró ser convincente”, dijo Samantha Power, representante de Estados Unidos ante la ONU sobre la elección de Guterres.
En su programa para la Secretaría de la ONU, Guterres estableció como eje principal la prevención de conflictos, tarea que ejerce precisamente al haber propiciado un nuevo diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición. Este miércoles 27 se retoma las reuniones en República Dominicana.