Pedro Benítez (ALN).- Para intentar comprender qué hay detrás del inmenso enredo global que la ofensiva proteccionista del presidente Donald Trump contra el comercio mundial ha provocado, muchos han puesto los ojos en quién está detrás de la misma.
Se trata de Peter Navarro, uno de los pilares de su “estrategia comercial” de Trump. Nacido en 1949, hijo de un músico, creció en un ambiente modesto en Florida, obtuvo una Maestría en Administración Pública de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard en 1979 y un Doctorado en Economía por esa misma institución en 1986.
Durante una etapa de su vida hizo carrera política como demócrata, e incluso intentó postularse como alcalde de San Diego en los años noventa, aunque sin éxito. Inicialmente tuvo una postura favorable al libre comercio y fue un progresista en temas sociales y ambientales, opiniones que varió radicalmente a medida que avanzaba en su carrera.
El papel de Navarro en el primer Gobierno de Trump
El cambio más significativo ocurrió a partir de la publicación de su libro Death by China (2011), donde presenta su visión de los peligros que representa esa potencia para la economía de Estados Unidos. En esa obra, denuncia las prácticas comerciales desleales del gigante asiático y aboga por una política proteccionista agresiva. En 2012 dirigió y produjo un documental basado en el libro que fue narrado por Martin Sheen.
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Esa postura, inicialmente marginal en el ambiente político y académico estadounidense, se convirtió en un pilar de la estrategia económica de Trump cuando Jared Kushner, yerno el entonces aspirante republicano, viera en Amazon que era coautor de Death by China, razón por la cual lo invitó a unirse al equipo de campaña en 2016. Las malas lenguas en Washington DC dicen que Kushner nunca leyó el libro.
Durante el primer mandato de Trump, Navarro ocupó el cargo de director del Consejo Nacional de Comercio y, más tarde, director de la Oficina de Política Comercial y Manufacturera. En ese rol, promovió una serie de políticas que incluyeron la imposición de aranceles a productos chinos, como parte de un intento de reducir el déficit comercial de Estados Unidos y enfrentar lo que él consideraba prácticas comerciales injustas de China.
Munición para Trump
A pesar de que al principio su influencia fue limitada, con el tiempo, fue ganando peso dentro del círculo presidencial, especialmente durante las tensas negociaciones comerciales de 2019 con Pekín. Su enfoque agresivo sobre el comercio no solo le permitió ganar poder dentro de la administración, sino también enfrentar las críticas de quienes acusaban a la estrategia de Trump de ser dañina para la economía estadounidense.
Esas controversias lo han seguido hasta hoy.
Esta misma semana Elon Musk, en respuesta a sus críticas sobre los coches eléctricos de Tesla, lo calificó públicamente de “idiota”. En un video publicado en su red social X, lo acusó de tergiversar la realidad sobre la producción de vehículos eléctricos y de no comprender la estrategia de integración vertical de Tesla.
A pesar de no ser muy considerado en el ámbito académico su impacto en la política económica de Estados Unidos es innegable.
En 2018 Navarro le dio suficiente munición a Trump para que iniciará la primera de parte de la guerra comercial con China. Se cuenta que buscaba todas las maneras posibles de hacerle llegar al presidente sus ideas, memos e informes. En ellos argumentaba una y otra vez que Estados Unidos, como el mercado más grande del mundo, nunca sufriría represalias económicas significativas.
“Virus de China”
Sin embargo, los hechos han desmentido esa premisa. Los países afectados por los aranceles estadounidenses comenzaron a aplicar aranceles de represalia, y la Organización Mundial del Comercio (OMC) falló en contra de las medidas de Trump. Incluso el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se vio envuelto en un enfrentamiento directo con Navarro, quien, en un arrebato, afirmó que Trudeau tenía “un lugar especial en el infierno” por su decisión de responder con aranceles similares.
Pero la saga de Navarro no se detuvo ahí.
En 2020, en medio de la pandemia, Navarro se alineó con teorías conspirativas, refiriéndose al COVID-19 como el “virus de China”, acusando al gobierno de ese país de enviar ciudadanos a otros países con el propósito de diseminar el virus. Sus comentarios fueron ampliamente criticados, incluso dentro de la Casa Blanca, donde fue desautorizado por funcionarios tras atacar a expertos como Anthony Fauci.
Su postura se volvió aún más controvertida tras las elecciones presidenciales de 2020. Navarro no solo se unió a las voces que afirmaban que hubo fraude electoral generalizado, sino que también se implicó activamente en los intentos de Trump por anular los resultados. Junto a Rudy Giuliani y Mark Meadows, participó en conversaciones con funcionarios electorales para presionar por una reversión de los resultados en estados clave, promoviendo la idea de que los votos de Joe Biden podían ser anulados en el Congreso, un plan que carecía de base legal.
Desacato
El 6 de enero de 2021, se involucró en los eventos que derivaron en el asalto al Capitolio. Durante el año siguiente, se negó rotundamente a cumplir con las citaciones del Comité de la Cámara que investigaba el asalto, aduciendo que Trump había invocado el privilegio ejecutivo para protegerlo. No obstante, a pesar de sus afirmaciones, no presentó ninguna evidencia de que tal privilegio hubiera sido efectivamente reclamado por el expresidente.
Este desafío al Congreso llevó a Navarro a ser citado formalmente por desacato. En junio de 2022, un gran jurado lo acusó de desobedecer las citaciones, lo que resultó en su arresto a principios de ese mes. Tras un juicio que incluyó testimonios de ex funcionarios del comité, fue declarado culpable de dos cargos de desacato al Congreso en septiembre de 2023. En enero de 2024, fue sentenciado a cuatro meses de prisión, convirtiéndose en el primer exfuncionario de la Casa Blanca en ser encarcelado por este delito.
Aunque se apeló su condena, comenzó a cumplir su sentencia en una prisión federal de mínima seguridad en marzo de 2024. Durante su estancia en prisión, mantuvo un perfil público, con visitas de aliados cercanos, incluido el hijo de Trump, Donald Jr. Finalmente, en julio de 2024, fue liberado y, horas después, se presentó en la Convención Nacional Republicana para expresar su apoyo a la reelección de Trump.
La designación de Trump
El 4 de diciembre de 2024, el presidente electo anunció que Navarro sería el consejero principal de Comercio y Manufactura. Es uno de los pocos funcionarios del primer mandato que regresó para el segundo.
En enero de 2025, ante las amenazas de imponer aranceles a Canadá y México, Navarro no dudó en calificar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte como una «catástrofe».
Además, lo vinculó el problema de la inmigración ilegal, sugiriendo que la exportación de maíz a México había causado la pérdida de empleos en la agricultura mexicana, lo que, según él, había derivado en una migración hacia Estados Unidos.
Ha criticado a Alemania por lo que considera el abuso de un euro subvaluado para «explotar» a otras naciones de la Unión Europea, y también lanzó ataques contra Japón y Corea del Sur por sus políticas comerciales.
Los periodistas que siguen la fuente de la Casa Blanca aseguran que él fue el funcionario clave detrás de la decisión de Trump de imponer aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio, así como de adoptar los llamados «aranceles recíprocos» para todos los países.
Ataques a China
No obstante, su obsesión central es China. Afirma que es un país que explota el sistema económico global mediante prácticas desleales y cuyo gobierno chino utiliza subsidios ilegales y manipulación monetaria para inundar los mercados con productos baratos, lo que destruye la industria manufacturera estadounidense. Según Navarro, esta «guerra comercial» ha provocado la pérdida de miles de fábricas y millones de empleos en Estados Unidos.
Ha sido particularmente crítico con la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC), considerándola un error estratégico de Estados Unidos. Describe al país asiático como «despreciable», «parasitario» y «totalitario».
Sin embargo, sus propuestas han sido fuertemente debatidas dentro de los círculos económicos y numerosos detractores, tanto académicos como especialistas en China, argumentan que Navarro no tiene una comprensión profunda del país que critica, y que sus políticas podrían tener efectos devastadores a largo plazo. El New York Times entre otros medios han advertido que tales medidas podrían perjudicar a la economía estadounidense, al aumentar los costos para los consumidores y complicar las relaciones internacionales.
Gran influencia de Navarro sobre Trump
Pero uno de los aspectos más polémicos y reveladores de nuestro personaje de hoy es su uso ficticio de «Ron Vara». En seis de sus libros sobre China, Navarro lo cita, lo describe como un halcón antichino y ex estudiante de doctorado en economía de Harvard.
En diciembre de 2019, un memorando supuestamente escrito por Ron Vara comenzó a circular en la Casa Blanca y en el Congreso, en el mismo se alentaba a mantener los aranceles contra China unos días antes de implementar uno adicional del 15% sobre 160 000 millones de dólares en productos fabricados allí. Una investigación del Chronicle of Higher Education descubrió que tal persona no existía. Navarro admitió posteriormente haberlo inventado.
Pese a esto su influencia sobre Trump es notable pues este repite casi al pie de la letra sus opiniones frente al comercio internacional y los déficits comerciales estadounidenses. Navarro ha persuadido al presidente de que los mismos son inherentemente dañinos, una postura que muchos economistas consideran obsoleta. El premio Nobel Angus Deaton y otros expertos han criticado a Navarro por sus ideas sobre el comercio, calificándolas de «mercantilistas» y «antiguas».
La realidad, contra las afirmaciones de Navarro
En un reciente trabajo, el economista venezolano Ricardo Haussmann demostró que el gigantesco déficit comercial de Estados Unidos es ampliamente compensado por los servicios que presta al resto del mundo, los beneficios financieros que obtiene mediante los Derechos de Propiedad Intelectual, por el retorno los dividendos de sus empresas y de los capitales que atrae de todas partes.
Además, contrariando las afirmaciones de Navarro, el persistente déficit comercial no ha sido obstáculo para que Estados Unidos haya duplicado su PIB desde la crisis de 2008, mientras que Europa casi se ha estancado desde entonces y China no le termina de dar alcance, sus niveles de desempleo son mínimos y el dólar sigue siendo la divisa mundial. No parece que el actual orden económico mundial le haya sido perjudicial.
No obstante, el ideólogo de Trump ha logrado captar la atención de aquellos que cuestionan las políticas de libre comercio. De haber nacido en América Latina en otra época, sería uno de los más apreciados apóstoles de la Cepal.