Patricia J. Garcinuño (ALN).- Edson Fachin tiene en sus manos las investigaciones por presunta corrupción de gran parte de la clase política brasileña, incluido el presidente Michel Temer. El mandatario está acusado de obstrucción a la justicia, corrupción pasiva y asociación ilícita.
Al magistrado del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) y juez relator del caso Lava Jato, Edson Fachin, las presiones le vienen por varios frentes. Los encausados intentan salir airosos de las acusaciones que les involucran en casos de corrupción. Su compañero Luís Roberto Barroso llegó a pedir, en una entrevista con un medio digital brasileño, “protección institucional” para que Fachin pudiese lidiar con las reacciones de los poderosos que están bajo la lupa de la justicia. El propio presidente brasileño, Michel Temer, al que se investiga por obstrucción a la justicia, corrupción pasiva y asociación ilícita, desmintió hace 10 días que hubiese ordenado investigar a su vez al magistrado a través de la Agência Brasileira de Inteligência. Por otra parte, los medios tienen hambre de información y la ciudadanía brasileña, de justicia. Pero, ¿cómo es el hombre que tiene en vilo a todo el país?
Serio, discreto y duro suelen ser las palabras que utiliza el entorno de Fachin para definirlo
“Serio, discreto y duro”. Estas suelen ser las palabras que utiliza su entorno para definirlo. Fachin se hizo cargo de Lava Jato, la operación iniciada hace tres años para investigar una red de corrupción en la estatal Petrobras, después de que el juez que se ocupaba del caso, Teori Zavascki, falleció en febrero en un accidente de avión. Jacinto Miranda, profesor de Derecho Penal en la Universidad Federal de Paraná, donde también impartió clases Fachin, señaló que tiene una personalidad que le hará llegar hasta las últimas consecuencias guiándose por la normativa.
“Lo conozco desde hace mucho tiempo, siempre ha sido una persona seria, un gran profesor de Derecho Civil. Pero en este caso se necesita más que seriedad. Serios, imagino, serán todos en el STF. Lo que hace falta es hacer cumplir la Constitución y las leyes. Eso es lo más importante”, comentó Miranda a la BBC.
Por otra parte, el juez Paulo Alfonso Brum Vaz, del Tribunal Regional Federal (TRF) de la 4ª Región -segunda instancia de procesos federales del sur del país- aseguró que Fachin está muy lejos de ser considerado un ‘juez estrella’. “Es un magistrado que no suele hacer comentarios, que no acostumbra aparecer mucho en la vida social. Ya era así cuando era simplemente un académico. Eso es una garantía de que no es un juez populista, no es un juez que quiere repercusión mediática. Es un juez discreto, una gran virtud”, señaló también a la cadena británica.
Otro de los apelativos que Fachin se ha ganado en los últimos meses ha sido el de duro. En su momento recibió ataques al ser relacionado con el Partido de los Trabajadores (PT), ya que fue designado para el Supremo Tribunal Federal en 2015 por la expresidenta Dilma Rousseff. Sin embargo, se quitó la fama de partidista el 11 de abril con la conocida como lista Fachin: más de 100 investigaciones por corrupción a grandes figuras de la política brasileña, incluyendo a ocho ministros, 24 senadores, 39 diputados y tres gobernadores.
Al magistrado se lo relacionaba con el PT de Dilma Rousseff, pero se quitó la fama de partidista con la publicación de la ‘lista Fachin’
El Partido de los Trabajadores (PT) contaba con el mayor número de investigados (20), seguido con 16 de la formación liderada por Michel Temer, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB); el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) con 13 y el Partido Progresista (PP) con nueve. Los exmandatarios Lula da Silva y Dilma Rousseff no aparecían en este grupo de investigados ya que, al no tener privilegios especiales, sus casos se desviaron a instancias judiciales inferiores.
Para Brum Vaz, esta firmeza no se debe tanto a la influencia que haya podido tener el hartazgo de los brasileños por los numerosos escándalos por corrupción, sino a una tendencia mundial de endurecimiento de las penas en este tipo de causas.
“No ha cambiado presionado por el clamor social. Creo que la razón de que esté siendo más duro es un cambio de los límites mismos de las políticas criminales, que mundialmente están pasando a ser un poco más duras. Es un movimiento globalizado de endurecimiento del Derecho Penal como respuesta a la criminalidad organizada”, señaló Brum Vaz. A lo que añade: “El magistrado Fachin será sensible a esto, pero sabrá mantener un deseable equilibrio”.
Temer niega haber interferido
El pasado 10 de junio, la revista Veja publicó que Temer habría solicitado a la Agência Brasileira de Inteligência (Abin) que investigara a Fachin. Específicamente, el presidente de Brasil habría ordenado averiguar si el magistrado recibió favores económicos de la empresa cárnica JBS durante el periodo en el que buscaba votos en el Senado para aprobar su candidatura al Supremo.
Los dueños de JBS son los mismos que impulsaron la investigación al mandatario tras presentar ante la Justicia unas grabaciones en las que éste pide que se mantengan los sobornos al exdiputado encarcelado Eduardo Cunha y al empresario Lúcio Funaro.
Inmediatamente, Temer divulgó un comunicado desmintiendo la información y llamó por teléfono a la presidenta del STF, Cármen Lúcia, para convencerla de que eso no había ocurrido. El ministro de Seguridad Institucional, Sérgio Etchegoyen, también intentó persuadir a Lúcia.
Sin embargo, parece que los argumentos de ambos no tuvieron el efecto que esperaban. La magistrada emitió un comunicado mostrándose totalmente indignada con la posibilidad de que la Abin investigara a Fachin.
“Si se confirmara tal atentado contra los Poderes de la República y del Estado Democrático de Derecho, este sería un desafortunado episodio de la grave crisis de representatividad por la cual pasa el país. En vez de fortalecer la democracia con iniciativas que se adecúen a los deseos de los brasileños, adoptan prácticas de un Estado de excepción”, afirmó.
Poco después, Temer publicó un vídeo institucional en sus redes sociales defendiendo la separación de poderes en Brasil. “En las democracias modernas ningún poder impone su voluntad a otro”, sentenció.
Nas democracias modernas nenhum Poder impõe sua vontade ao outro. Não interfiro e nem permito interferência indevida de um Poder sobre outro pic.twitter.com/sV0xxtGj3I
— Michel Temer (@MichelTemer) 12 de junio de 2017