(EFE).- Una veintena de pacientes oncológicos y sus familiares protestaron este jueves frente a la sede del Ministerio de la Salud de Venezuela debido a la falta de medicamentos, equipos para estudios especiales e insumos para los exámenes en los hospitales.
Meylin Padilla, paciente de cáncer de mama de 42 años, contó a Efe que desde hace tres meses están «dañados» los equipos para el tratamiento de quimioterapia en un hospital oncológico en el centro de la capital.
«Ya tenemos tres meses que no están llegando las quimios, hay que comprarlas. Aparte, tienes que llevar el suero, la solución, tus jeringas, comprar el filgrastim, que se coloca tres días después de las quimios y que cuesta 10 dólares. Aparte de eso, tienes que costear los laboratorios por fuera porque tampoco hay», dijo.
Indicó que uno de los exámenes que debe realizarse, el gammagrama óseo, que «no hay» en ningún centro público de salud, cuesta en laboratorios privados «de 200 a 300 dólares».
«Otra cosa que tampoco tenemos en ningún lado son las radioterapias. (…) Es fuerte para nosotros, pero mayormente nosotros (tenemos que) optar por la opción de que nos quiten un seno porque no hay radio en ningún lado, y si nosotros no hacemos esa decisión, la vida de nosotros está en peligro», agregó.
La angustia de los familiares de los pacientes oncológicos
Por otra parte, Marielys Romero, de 32 años, expresó a Efe sentirse «angustiada» porque su madre no ha podido realizarse el tratamiento continuo de radioterapia y quimioterapia que requiere debido a que la máquina en el Hospital Oncológico Padre Machado se dañó hace 15 días.
«Si no recibe radio, no le hacen quimio. Tiene tres semanas sin realizarse su tratamiento», agregó Romero, quien se ha visto en la necesidad de hacer rifas y pedir ayuda a familiares para costear los medicamentos y los exámenes de laboratorio.
En la protesta, las personas coreaban consignas y pedían a gritos a la ministra de Salud, Magaly Gutiérrez Viña, que los atendiera.
Algunos vestían franelas alusivas al cáncer y portaban pancartas en las que se leían mensajes como «¡Queremos vivir! La salud es nuestro derecho».
Consuelo Fernández, jubilada de 58 años de edad, dijo a Efe que «los pacientes están recayendo otra vez en la enfermedad por falta de medicamentos, de exámenes, de quimios y radios, que no las dan en todos los hospitales».