(EFE).- Activistas y migrantes de la ciudad fronteriza de Tijuana realizaron este miércoles la quema de una piñata simbólica del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, a manera de protesta por “el intervencionismo” del gobierno de Estados Unidos en México y las reformas migratorias “que han perjudicado” a las personas en tránsito, dijeron durante el acto.
Un grupo de aproximadamente 50 personas arribó al mediodía a las inmediaciones del consulado de Estados Unidos en Tijuana, donde con pancartas y algunas consignas compartieron su rechazo a estas medidas que, dicen, han repercutido en la frontera mexicana deteniendo mexicanos y teniendo a las autoridades mexicanas a su servicio.
MÉXICO, EL PATIO TRASERO
Sergio Tamai, director de la organización Ángeles Sin Fronteras, dijo a EFE que desde el año pasado advirtieron sobre lo dicho por Ken Salazar durante una visita a esta ciudad fronteriza, en la que mencionó la idea de poner “check points” (puntos de control) en Tijuana.
Acciones que como organizaciones le pidieron no ejecutara, mediante una serie de manifestaciones.
“No sabemos qué acuerdos tienen entre gobiernos, nosotros no nos metemos, pero somos la voz del pueblo, y ahora vemos que ellos (el gobierno estadounidense) tienen a la Guardia Nacional a su disposición, también deteniendo mexicanos sin distinción, como si fuéramos su patio trasero, que no lo somos”, dijo.
El activista condenó el hecho de que Salazar esté realizando este tipo de acciones y manifestaciones en el país, pues dijo que “él no es autoridad en México y tiene que respetar”, y advirtió que de no hacerlo ellos van a convocar a “un levantamiento pacífico del pueblo” para impedir ese intervencionismo.
“En las guerras hemos estado con ellos y estaremos con ellos, pero que no se confundan, una cosa es que los recibamos muy bien, pero hemos recibido muchos abusos, sin embargo, estamos unidos”, dijo.
CONTRA POLÍTICAS MIGRATORIAS «INHUMANAS»
Hugo Castro, director de Coalición S.O.S Migrantes, dijo a EFE que la protesta también fue para denunciar la falta de políticas migratorias humanitarias en Estados Unidos y los acuerdos “inhumanos” que se han hecho entre ambos países, sobre todo con esas medidas de retornar a este país a aquellos que estaban en búsqueda del asilo.
Castro señaló que le parece que todas estas acciones son “como un experimento social” para ver cómo reaccionan los migrantes y, sobre todo, ver cómo reacciona México porque en toda la franja fronteriza se van a comenzar a ver acciones que permitan la disuasión del tránsito migrante mediante ‘check points'», como ya se hizo en Tijuana.
Migrantes que asistieron a la manifestación compartieron de forma anónima para EFE que no están de acuerdo en “esas formas del gobierno estadounidense de intervenir en México”, porque ya “ni siquiera aquí tenemos el libre tránsito como antes” y eso les genera una sensación de estar “siempre vigilados a donde quiera que vamos”.