Redacción (ALN).- La incertidumbre reina en gran parte de la comunidad venezolana residente en países como Argentina, Chile y Perú, preocupados por el cierre de embajadas tras la expulsión de diplomáticos por el gobierno de Nicolás Maduro, debido a la falta de verificación de los resultados en las disputadas elecciones presidenciales del 28 de julio.
En Perú, segundo país receptor de venezolanos en Sudamérica, donde viven más de un millón y medio de migrantes; la noticia del cierre de la embajada de Venezuela en Lima el pasado martes 30 de julio, generó temor entre los ciudadanos que esperaban por un trámite.
Entre ellos está Estefany Labrador, de 25 años, quien junto a su pareja tramitó su pasaporte hace dos meses por un monto de 316 dólares. La venezolana tenía cita para retirar su documento el próximo 15 de agosto, pero ahora con el cierre queda en un limbo.
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“Me asusté bastante cuando me enteré del cierre de la embajada, porque me faltaba muchísimo para retirar mi pasaporte y esto solo significa que voy a perder el proceso», dijo la joven en entrevista telefónica para la Voz de América.
«Cuando me enteré me puse a ver noticias sobre la embajada de Venezuela en Perú, me metí en grupos de venezolanos en Perú para saber qué decían y el martes 30 de julio fuimos a la embajada porque nos enteramos que estaban entregando pasaportes”, añadió.
Labrador acudió a la embajada junto a su pareja y permaneció en una larga cola, en la que afirma que había más de 1.000 personas, con la esperanza de recibir su documento. Sin embargo, a las 6:00 pm en la embajada comunicaron que ya no entregarían más documentos, lo que generó el malestar de los inmigrantes que permanecían en fila.
“Eso (la situación) fue un desastre, no recibimos respuestas. Mi pareja y yo nos fuimos porque estábamos cansados y sabíamos que eso no iba a llegar a nada. Estamos decepcionados porque sabemos que de no recibir el pasaporte voy a perder ese dinero porque un reembolso es bastante improbable”, destacó.
Hasta ahora no han recibido respuesta sobre su situación por parte de ninguna autoridad. Solo conoció a través de los medios de comunicación peruanos que una oenegé podría hacerse cargo de los pasaportes que restan por entregar.
Labrador comentó que su intención al tramitar el documento era visitar su país natal Venezuela, al que no viaja desde 2017. “Volver a casa era una gran ilusión para mí y ahora ese sueño está un poco lejano”, aseguró.
“Es como estar paralizados dentro del país”
En Perú, también está la venezolana Germary Salas, de 22 años de edad, quien tenía previsto visitar su país a principios de septiembre. Su pasaporte está vencido, así que esperaba viajar con un salvoconducto y renovar el documento directamente en Venezuela. No obstante, el cierre de la embajada pausó los planes.
“No había solicitado la renovación porque hace un año era muy complicado sacar el pasaporte, tardaban en darte la cita más de seis meses (…) La noticia del cierre de la embajada fue una sorpresa (…) En ese momento la gente se volvió loca, gente que tenía citas pautadas desde hace meses llegó a la embajada a reclamar, porque pagaron y tenían la cita el próximo mes o en las semanas próximas, ahora ya no saben qué va a pasar con eso”, explicó.
En su caso, Salas cuenta que no adelantó el trámite porque tenía que solicitar el salvoconducto exactamente un mes antes de su viaje, de otra forma el sistema no le permitiría hacerlo. Sin embargo, ahora con el cierre de la embajada venezolana en Lima no hay respuesta alguna.
La joven pide a las autoridades llegar a un acuerdo para solucionar la situación que mantiene en vilo a muchos venezolanos.
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“Pienso que deben solventar, se entiende el problema que hay entre ambos países por el tema de las elecciones, pero que alguna embajada se haga cargo o Migración se ponga de acuerdo con una ONG para que la gente no se quede varada acá. El no tener ningún servicio consular impide que las personas puedan sacar pasaportes, actas de nacimientos o apostillar documentos Es como estar paralizados dentro del país”, menciona.
“Nos hicieron invisibles”
Con el cierre de la embajada de Venezuela en Argentina, alrededor de 220.000 venezolanos quedaron sin atención consular. Entre ellos, Patricia Elie, una joven de 26 años de edad que emigró a ese país en el año 2017.
Elie detalló que tiene su pasaporte vencido desde 2020 y no había podido renovarlo antes por una serie de situaciones, entre ellas la pandemia y la lejanía, debido a que vive a más de 12 horas de la embajada venezolana. “Sumado que para mí es un trauma hacer cualquier tipo de trámite con el Estado”, indicó por teléfono a la VOA.
A diferencia de otros entrevistados, a ella el cierre de la embajada no la sorprendió pues ya conocía de la tensión evidente entre los gobiernos de Nicolás Maduro y Javier Milei. Sin embargo, al igual que muchos de sus compatriotas, ella también quedó sin identificación y con un cita suspendida para apostillar un documento.
“Es desesperante, me siento impotente (…) Mi mensaje para las autoridades es que piensen en todas las madres que añoran volver a ver sus hijos, en todas las personas que quedamos prácticamente atrapadas y cómo nos hicieron invisibles al quitarnos nuestros derechos por estar fuera del país”, aseguró.
La situación de estos venezolanos se replica entre sus compatriotas que viven en Ecuador, República Dominicana, Costa Rica, Panamá, Uruguay y Chile, donde también hay incertidumbre por el cierre de las embajadas.
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Ante esto, el gobierno chileno anunció que permitirá salir del país a los ciudadanos venezolanos que tengan pasaportes vencidos. Oenegés también piden a la Moneda que acepten documentos expirados para trámites.
“Se está negociando con los diferentes gobiernos de la región para que acojan los documentos vencidos y en el caso de Chile volver a habilitar la Resolución que extiende la vigencia de los pasaportes vencidos de los ciudadanos venezolanos para trámites migratorios”, puntualizó a la VOA Eva Bracamonte, miembro de la oenegé Compromiso Migrante.
Bracamonte destacó que en el caso de Chile, manejan que alrededor del 50 % de los venezolanos que hacen vida en ese país se ven afectados por el cierre de la embajada. Pese a la situación, recomendó a la comunidad mantener la calma y confiar en las ONG que están trabajando con los gobiernos receptores para lograr acuerdos que beneficien a los venezolanos.
En República Dominicana, el propio presidente de ese país, Luis Abinader, dijo que está dispuesto a facilitar permisos de trabajo a ciudadanos venezolanos con la documentación vencida. Una medida que los venezolanos de otros países de la región esperan que se replique mientras el cierre de estos espacios diplomáticos se mantenga.
Tras cuestionamientos ante las demoras del ente electoral venezolano en la publicación detallada de resultados en los disputados comicios presidenciales, donde tanto Maduro, como el candidato opositor Edmundo González se proclaman ganadores; el gobierno venezolano retiró a su personal diplomáticos de sus misiones en Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Uruguay y Panamá.
El canciller venezolano Yvan Gil calificó las posiciones de los países vecinos de “injerencistas”, los acusó de estar «subordinados» a Washington y los vinculó con ideología del “fascismo internacional”. El comunicado del canciller apuntó además que el gobierno se reserva las acciones para defender y “hacer respetar” su derecho a la autodeterminación.