Redacción (ALN).- Cinco años después de haber cedido por completo el terreno institucional, la oposición mayoritaria volverá a pisar el hemiciclo de la Asamblea Nacional (AN), cuando se inaugure un nuevo período legislativo en enero de 2026.
Será un regreso sin fanfarria, sin mayoría y cargado de escepticismo, pero también con el potencial de reconfigurar el tablero político venezolano.
En medio de la disputa interna entre la facción abstencionista — que lidera María Corina Machado — y la pro participación, que defiende la lucha electoral como la única manera de cambiar el rumbo de Venezuela, la oposición acude disminuida a las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo.
Además, entre los venezolanos reina la desconfianza en el árbitro, después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó como ganador de los comicios presidenciales del pasado 28 de julio a Nicolás Maduro, en medio de denuncias de presunto fraude.
Con todo, la sola presencia de la oposición en el Parlamento generará nuevas dinámicas y una transformación de la agenda de temas y debates, explicó a Crónica Uno el exdiputado y analista político Ángel Medina.
“Hay algo que está demostrado luego de analizar las últimas 4 asambleas nacionales: la presencia de la oposición siempre logra transformar la agenda y paraliza el avance hacia un modelo más cerrado o autocrático, o decirlo al revés, cada que vez que la oposición no está, el poder avanza en consolidar su modelo”, explicó Medina.
“Algo es seguro, la oposición vuelve a la AN y eso va a representar un cambio en la dinámica política nacional”, agregó.
Posibles números
Los escaños en el Parlamento de Venezuela aumentaron a 277 tras una modificación que hiciera en 2020 el CNE antes de los comicios de ese año.
Entonces, el chavismo, la fuerza política que gobierna en Venezuela desde 1999, alcanzó una abrumadora mayoría con 256 de estas curules, mientras que las curules restantes se las repartieron figuras que en público se identifican como disidentes de la oposición mayoritaria.
Esta vez, la oposición estima que los números del chavismo no serán tan altos, aunque sí será capaz de conservar la mayoría sin problemas.
“De arrancada, por las listas regionales deberíamos tener unos 24 diputados. Nos tendría que ir muy mal para que la oposición no saque al menos al primero de esas listas”, dijo a Crónica Uno la responsable electoral de un partido que tomará parte de estos comicios y que habló bajo condición de anonimato.
Esta misma fuente consideró que la oposición podría obtener, sumando a los candidatos nominales y a la llamada “lista nacional”, entre 60 y 70 diputados.
Esto dejaría al chavismo nuevamente como la mayor fuerza dentro del Parlamento, aunque ahora sí tendrá una contraparte real.
El número de diputados opositores, explicó la informante, podría elevarse de forma considerable si los venezolanos deciden acudir a las urnas el 25 de mayo en vista del método de adjudicación de diputados, más conocido como Sistema D’Hondt.
“La lista nacional es porcentual, y este porcentaje tiene todo lo que recogen las tarjetas. Por eso es tan importante la participación, a mayor participación más diputados tendrá la oposición”, dijo.
Según la fuente, esto sucederá porque los venezolanos votarán “entubados” en esta elección y tendrán «muy complicado» hacer voto cruzado.
“En este proceso escoges tu tarjeta, te despliega una pantalla y le das ‘votar todo’. Cuando la votación es así, se eleva tu porcentaje como tarjeta y te suma a la lista nacional”, dijo.
Diputados con “capacidad”
Más allá del número de diputados, la oposición necesitará hilar fino para alcanzar acuerdos y sacar provecho con las curules que pueda alcanzar.
“Pasar de tener cero a tener representación es un avance. Pasar de una negociación fallida a un espacio donde se pueda generar un nuevo espacio de negociación es un avance”, puntualizó al respecto Medina.
En este sentido, apuntó que en vez de enfocarse en la cantidad, la oposición debería pensar en la capacidad de los legisladores que saldrán electos.
“Que estos logren forzar un proceso político de negociación y reconstrucción institucional, que a su vez pueda alentar una redemocratización de Venezuela», añadió.
La fuente anónima consultada para este trabajo coincidió con Medina: un Parlamento diverso políticamente hablando puede ser la piedra angular del cambio y la reinstitucionalización en Venezuela. Pero, para esto, los venezolanos deben entender que la lucha por la democracia se da todos los días y por la vía del voto.
“La pelea es peleando, no podemos dejar que ganen por ‘forfait’ porque no fuimos. La Asamblea Nacional, dentro de 5 años, podría ser la que juramente al próximo presidente de la república. En eso deberíamos estar pensando”, dijo.
Tomado de CU.