Daniel Gómez (ALN).- Da igual que su apellido figure en una lista. Eso no tiene nada que ver. Esta vía migratoria requiere de un exhaustivo proceso de certificación, que va desde un estudio genealógico hasta un examen que demuestre los vínculos con España. Existe mucha confusión sobre eso en Venezuela.
“La ley exige que los solicitantes prueben su origen sefardí con documentos”, dice a ALnavío María Royo, responsable de comunicación de la Federación de Comunidades Judías de España.
“No hay que dejarse llevar sólo por el hecho de que un apellido califique en una lista”, explicó a este diario en una entrevista anterior el abogado Alexandre Rangel, director del Grupo SIEspaña, una firma especializada en asuntos de migración.
En España hay una ley de 2015 por la cual es posible obtener el pasaporte español en condiciones muy favorables siempre que el solicitante pruebe raíces sefardíes. Pero para ello necesita un certificado y un estudio genealógico hecho por una entidad competente. No basta con que su apellido figure en una lista.
Y es que en Venezuela existe esa confusión. Como pudo constatar ALnavío, miles de venezolanos están solicitando la nacionalidad española por esta vía, creyendo que cumplen los requisitos porque su apellido (y el de sus antepasados) figura en una lista de apellidos sefardíes que está publicada en internet.
¿Qué pasa con esa lista?
Esa lista surge del libro Sangre Judía. Españoles de ascendencia hebrea y antisemitismo cristiano, de Pere Bonnín. Este periodista español recopiló apellidos judíos investigando las listas de presos por el Santo Oficio y los censos de las juderías y otras fuentes que supuestamente indican que la persona portadora de esos apellidos es judía, judioconversa o incluso sefardí. Pero es que esa lista la componen miles de apellidos. Algunos tan comunes como Acosta, Hernández y Rodríguez.
¿Qué es un sefardí?
Los sefardíes son los judíos que vivieron en España antes de 1492, fecha en la que los Reyes Católicos los expulsaron del país por considerarlos una amenaza para el cristianismo. La medida fue controvertida. Tanto que la polémica se prolongó hasta la actualidad y el gobierno de Mariano Rajoy quiso redimirse con la ley de 2015.
¿Qué pide la ley de los sefardíes?
La condición de sefardí originario de España se acreditará por los siguientes medios probatorios, valorados en su conjunto. No hay por qué cumplirlos todos, y en los dos primeros casos hay que documentarlos con certificados especiales:
– Certificado expedido por el presidente o cargo análogo de la comunidad judía de la zona de residencia o ciudad natal del interesado.
– Certificado de la autoridad rabínica competente, reconocida legalmente en el país de la residencia habitual del solicitante.
– Certificado expedido por el presidente de la Comisión Permanente de la Federación de Comunidades Judías de España.
– Acreditación del uso como idioma familiar del ladino o haketía, o por otros indicios que demuestren la tradición de pertenencia a tal comunidad.
– Partida de nacimiento o la ketubah o certificado matrimonial en el que conste su celebración según las tradiciones de Castilla.
– Informe motivado, emitido por entidad de competencia suficiente, que acredite la pertenencia de los apellidos del solicitante al linaje sefardí de origen español.
– Cualquier otra circunstancia que demuestre fehacientemente su condición de sefardí originario de España.
¿Y luego qué?
Una vez demostrado el origen sefardí, el solicitante tiene que probar su especial vinculación con España. Esto requiere dos pruebas. La primera acreditará un conocimiento básico del español. En la segunda prueba se evaluará el conocimiento de la Constitución Española y de la realidad social y cultural españolas. Estas pruebas serán diseñadas y administradas por el Instituto Cervantes.
¿Cuáles son las ventajas de la ley?
Una vez superada la prueba, los solicitantes reciben directamente el pasaporte español. Sin necesidad de tener ningún otro vínculo con el país. Ni bienes, ni residencias, ni abuelos, ni pareja, ni nada relacionado. “Es una gran ventaja. Una persona puede obtener el pasaporte sin ni siquiera pisar España salvo para venir a la notaría a firmar. Permite tener un pasaporte español sin tener que mudarse al país”, explica Rangel.
¿Qué problemas está habiendo?
Uno es el procedimiento. Explica Royo que el procedimiento se presenta complicado para muchos solicitantes. “Creemos que esto se debe en muchos casos a la incomprensión del propio procedimiento y en algunos casos a la diversidad de criterios de los notarios a la hora de evaluar los documentos probatorios tanto del origen sefardí como de la vinculación con España”.