Daniel Gómez (ALN).- Dice a ALnavío Carlos Malamud, investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano, que “Venezuela es una pieza accesoria” en el plan geopolítico de Vladimir Putin. Sin embargo, se mantiene en el país “por su enfrentamiento global con Estados Unidos, intentando demostrar poderío”. Eso no quita que Putin converse con el equipo de Juan Guaidó para garantizar inversiones, cobros de deuda y el control del armamento. Así lo piensa Malamud.
La presión diplomática con la que el Presidente Encargado, Juan Guaidó, trata de acabar con el régimen de Nicolás Maduro pasa por Moscú. Concretamente, por el mandatario ruso, Vladimir Putin, uno de los actores internacionales más influyentes en Venezuela en estos momentos.
Prueba de lo anterior es la deuda: de 17.000 millones de dólares. Eso es lo que le debe Maduro a Putin por concepto de venta de armas e inversiones petroleras. Una importante suma de dinero, y más para un país como Rusia, incapaz de recuperarse de la recesión económica de 2015, en la que perdió 2,5% del producto interior bruto.
Carlos Malamud, investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano, catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, y un estudioso de la relación de Rusia con Venezuela, como se puede ver en el informe Rusia en América Latina: repercusiones para España, habla con ALnavío de estos temas.
Malamud también habla de las supuestas conversaciones que el equipo de Guaidó mantiene con Putin, en caso de que haya una transición. En este sentido, el investigador opina que, de haber un cambio de gobierno, Rusia querrá que le paguen lo que le deben y que sus inversiones se mantengan intactas. También en lo que se refiere a armamento.
No obstante, la tesis central es la siguiente: “Putin está en Venezuela por su enfrentamiento global con EEUU, intentando demostrar poderío”.
– ¿Qué puede estar negociando Putin con Juan Guaidó?
– Yo creo que el equipo de Guaidó está negociando con Putin para garantizar que si Rusia deja de apoyar a Maduro sus inversiones estarán aseguradas y el cobro de la deuda también.
– ¿Y qué ocurrirá con el armamento? Rusia sigue armando al Ejército de Venezuela. ¿Con un futuro gobierno de Guaidó seguirá siendo igual?
– La inversión de Venezuela en armamento ruso es enorme. Desechar eso de buenas a primeras no tiene sentido. Más cuando hay que reconstruir un país completamente devastado. Quizá en el largo plazo puede ser. Pero en el corto y medio plazo eso me parece bastante impensable. El armamento ruso, los aviones de combate, los sistemas antimisiles… Todo eso cuesta cientos y miles de millones de dólares. Un país como Venezuela, así como está, no puede darse esos lujos. Entonces creo que habrá algún tipo de garantías para Rusia de que el control del armamento no pase automáticamente a EEUU.
– Si el equipo de Guaidó cumple las exigencias de Rusia, ¿Putin tendría que ceder?
– No se trata tanto de que Rusia ceda o no ceda, sino en qué medida Rusia puede sostener al gobierno de Maduro. Al preguntarnos si lo que ocurrió en Siria es reproducible en Venezuela teniendo en cuenta el apoyo ruso a Bashar al-Asad, hay que tener en cuenta que ni en Venezuela hay una base naval como la que tiene Rusia en el Mediterráneo, ni mantener un puente aéreo con Venezuela como el que hubo en Siria es reproducible. Por lo costoso y complicado logísticamente. El hecho es que Putin está en Venezuela por su enfrentamiento global con EEUU, intentando demostrar poderío.
– ¿El poder de Rusia se mide en Venezuela?
– El poder de Rusia se mide en otros escenarios mucho más estratégicos como pueden ser Crimea, Ucrania y Medio Oriente. Venezuela es una pieza accesoria.
– Y el poder ruso en América Latina: ¿Se mide en Venezuela?
– En América Latina sí. Sus otros aliados en la región son principalmente Nicaragua y Cuba. Salir de Venezuela supondría un golpe importante para la presencia rusa en la región porque eso provocaría seguramente la caída de Nicaragua y haría tambalear los cimientos de Cuba. Aunque no son los únicos donde está presente, tiene otro tipo de influencia en otros países.
– Entonces si hay un cambio de gobierno, ¿Putin conseguirá retener algo de influencia en Venezuela?
– Yo lo que creo es que, si hay un cambio, y creo que es lo que está negociando Guaidó con Putin, es el tema del reconocimiento de la deuda y de las inversiones. Sobre la cuestión de la influencia habrá que ver en qué condiciones y en qué contexto se da la transición y luego ver qué ocurrirá después. Es pronto para elucubrar sobre eso.