Daniel Gómez (ALN).- La revolución digital no sólo llegó para cambiar los hábitos de consumo. Llegó también para generar nuevos modelos de negocio, nuevas industrias que, por el momento, escasean en América Latina. Aquí entra en juego Telefónica: “Lo que nosotros queremos es generar empresas y servicios digitales, creando ambientes que favorezcan la inversión”, dijo a ALnavío el director de políticas públicas de la teleco española en la región, José Juan Haro.
“Latinoamérica está participando como consumidora de contenidos y servicios digitales, pero es muy poco relevante en el mundo de la producción”, advirtió al diario ALnavío José Juan Haro, director de políticas públicas de Telefónica para la región.
Airbnb, Amazon, Facebook, Netflix… Estas empresas son el resultado de la revolución digital, un cambio de paradigma que afecta a personas, industrias, naciones y continentes, y al que América Latina no es ajena. De ahí el aviso y los retos que lanza para la región el directivo de la teleco número uno de Latinoamérica.
El primer reto tiene que ver con “la construcción de una industria propia”. Un desafío que obliga a las empresas latinoamericanas a incorporar tecnologías digitales en los procesos productivos. “Que agreguen valor”, añadió Haro, al tiempo que citó el caso deTesla.
Tesla es la empresa de coches eléctricos que fundó el magnate Elon Musk. Una compañía que, en estos momentos, ya tiene un valor de mercado mayor que el de firmas tradicionales de la industria automotriz como General Motors, propietaria de filiales como Chevrolet y Opel.
En el caso de Tesla, lo que premian los inversores es la capacidad de innovación y disrupción. No tanto el poder de venta, que, de hecho, es mucho menor que el de otros competidores. En esta línea iban las declaraciones de Haro. Un mensaje de aliento a las industrias latinoamericanas, como puede ser la forestal en Chile o la minera en Perú.
Por otro lado, está la cuestión del cómo. ¿Cómo incorporar tecnologías disruptivas en los procesos tradicionales? Según apuntó el directivo, el hecho de que haya economías que se estén moviendo para transformarse “genera efectos indirectos”.
En el empleo, por ejemplo, se ven esos efectos indirectos. A propósito de esto, el equipo de BBVA Research publicó este lunes un estudio en el que estimó que la revolución digital podría terminar con 36% de los empleos existentes en España. Un problema que según el banco, y también según Telefónica, necesitará de nuevas políticas de protección y de más inversión en educación (Leer más: Los robots ponen en riesgo el empleo en España).
El último punto propuesto por Haro tiene que ver con los marcos regulatorios. “No se trata de ser sólo relevantes. No se trata de sólo ser ágiles en la transformación. Se trata también de transformar los marcos normativos y regulatorios con el fin de asegurar que el valor generado por la economía digital es apropiado para las sociedades donde reside ese valor” (Leer más: Esta es la receta de Telefónica para que gobiernos y empresas tecnológicas convivan en armonía).
¿Qué está haciendo Telefónica?
El caso es que la revolución digital está aquí. Que no se puede esquivar. “No se puede tapar con el dedo”, como dijo Haro. Por eso, afirmó: “No hay sitio para las políticas proteccionistas del pasado. Lo que nosotros queremos es generar empresas y servicios digitales creando ambientes que favorezcan la inversión”.
Una de las primeras iniciativas de Telefónica fue crear Wayra, una aceleradora de startups digitales que está presente en siete países de la región (Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Perú, México y Venezuela). “Como vimos que con Wayra sola no era suficiente, entonces creamos Telefónica Open Future”.
Telefónica Open Future nació en 2014 como un ecosistema de innovación para aquellos emprendedores que pretenden acelerar su idea de negocio. En la actualidad, más de 1.700 startups están acogidas a este fondo de emprendimiento.
“En América Latina no hay sitio para las políticas proteccionistas del pasado”
Junto a las oportunidades para los empresarios, está el tema de la educación. Según Haro, Latinoamérica “tiene que incrementar las habilidades digitales de los ciudadanos. Estos tienen que saber usar internet, tienen que saber programar, tienen que tener ideas básicas sobre el tema”.
Para lograr estas capacidades, Telefónica ha puesto en marcha dos iniciativas: Telefónica Educación Digital, una compañía dedicada específicamente a vender servicios educativos; y Profuturo, esta última en colaboración con la Caixa, con la que digitalizan procesos en escuelas pobres de África y el Caribe.
El último punto que abordó Haro es la conectividad. “Latinoamérica necesita mantener un entorno de inversión para poder actualizar sus redes al ritmo que la economía digital demanda”.
Esto es, primero, dar por concluido el proceso de instalación de redes 4G, y segundo, fomentar la integración entre las poblaciones. Ocurre que en los países latinoamericanos existen, por así decirlo, dos capas. La capa rural, donde la brecha digital es más pronunciada, y luego la capa urbana.
Para la capa rural, Telefónica ha lanzado la Iniciativa Internet para Todos, un programa piloto que ya está en marcha en Perú y que el grupo pretende desarrollar junto a otros actores tecnológicos “para reducir los costos de servicios de telecomunicaciones”.
Con respecto a las ciudades, la capa urbana, Telefónica insiste en desarrollar una “colaboración positiva con los gobiernos para que se entienda que la forma de promover la actualización de las redes no es, como lamentablemente está ocurriendo en este momento en América Latina, mediante el incremento de impuestos y el incremento del precio del espectro”.