Redacción (ALN).- El presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, ha señalado recientemente que su país no necesita del petróleo venezolano y que en un futuro dejaría de comprar crudo al país.
Luego de estas declaraciones, el gobernante venezolano, Nicolás Maduro, expresó que Venezuela está preparada para este escenario y que no necesita venderle hidrocarburos a una de las economías más importantes del mundo.
Si la administración estadounidense ejecuta esta medida, la ruptura comercial en materia de hidrocarburos afectaría de inmediato los sectores petrolero y financiero del país.
Disminución de la producción
Venezuela produce actualmente unos 900.000 barriles de petróleo en promedio, según datos ofrecidos por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y las fuentes secundarias del mercado petrolero mundial.
Si EE. UU. decide revocar la Licencia General N° 41, la cual permite a la transnacional norteamericana Chevron trabajar en Venezuela, la producción petrolera nacional disminuiría de manera automática 200.000 barriles, lo que representa aproximadamente un 20 % del producto total del crudo venezolano.
Con esta medida, se le haría más cuesta arriba a Petróleos de Venezuela alcanzar la meta de 1.000.000 de barriles diarios. Esta cifra fue prometida por el ministerio de petróleo, también dirigido por la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Flujo de caja a la baja
En los puertos de EE. UU. el petróleo venezolano se vende sin ningún tipo de descuentos y el flete es mucho más económico debido a la cercanía entre los dos países. Esta situación genera mejores condiciones comerciales de compra para el gobierno norteamericano y mayores ganancias para la industria petrolera venezolana.
Si EE. UU. decide no comprar más petróleo a Venezuela, Petróleos de Venezuela S. AA. (PDVSA) se verá obligada a comercializar el crudo en países como China e India, lo que incrementaría el costo en los fletes.
Debido a las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro norteamericano y otros países, el crudo venezolano debe venderse a estos países con grandes descuentos como ha sucedido en el pasado. Esta situación afectaría el flujo de caja de la principal industria nacional.
El 16 de enero pasado, se conoció que Petropiar de Chevron presentó ante el Seniat unos 217.000.000 de dólares en impuesto sobre la renta de 2023. Por otro lado, Petroboscan solicitó 83.000.000 de dólares, utilizando una tasa promedio de 27 bolívares por dólar.
La perforadora estadounidense tiene otras dos empresas con PDVSA y posee una participación minoritaria en las cuatro. De revocarse la licencia a Chevron, los ingresos fiscales a la República disminuirían de manera considerable.
Beneficios para Guyana
Uno de los grandes ganadores de que EE. UU. no compre más petróleo venezolano es Guayana. Su producción petrolera podría alcanzar 800.000 barriles diarios en 2025, aseguró el presidente Irfaan Ali.
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De concretarse el aumento de la producción guyanesa, la compañía ExxonMobil podría cubrir la cuota de crudo que actualmente vende Venezuela a EE. UU. a través de Chevron, que asciende a unos 200.000 barriles.
Las autoridades de Guyana han otorgado grandes beneficios fiscales a las empresas estadounidenses que explotan el bloque Stabroek. Por lo tanto, sería un buen negocio para ese país que Donald Trump materialice su decisión de no comprar más petróleo venezolano.
Consecuencias para EE. UU.
Algunos analistas en materia petrolera aseguran que el presidente Donald Trump debe resolver problemas económicos importantes como la inflación y el precio de los combustibles impacta de manera directa en este indicador.
El portal especializado Petroguía indica que una proporción significativa del petróleo venezolano abastece las refinerías ubicadas en el Golfo de México. En consecuencia, una eventual suspensión inmediata de las compras de crudo venezolano provocaría un incremento en los precios de la gasolina, el diésel y otros combustibles en el mercado estadounidense.
Asimismo, señalan que aunque existen planes de expansión de la producción petrolera norteamericana, es necesario un período de tiempo prolongado para poder aumentarla, debido a que ese petróleo tiene unas implicaciones ambientales importantes por los métodos de extracción. Por eso, es probable que la decisión de no comprar crudo a Venezuela no llegue tan rápido.
Los expertos en hidrocarburos insisten en que el nuevo gobierno norteamericano se debate entre rescindir del petróleo venezolano a bajo precio. También podría optar por crudo de EE. UU., que es mucho más costoso.
Tomado de Crónica Uno.