Leticia Núñez (ALN).- El presidente del Gobierno español no ha dejado de reclamar la liberación de todos los presos políticos en Venezuela y que se convoquen elecciones democráticas. No obstante, los expertos creen que Rajoy tiene en su mano impulsar sanciones ante la Unión Europea “para impedir que Nicolás Maduro pueda seguir financiando su represión”.
“Venezuela: no podemos resignarnos”. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, autor de la declaración, no lo ha hecho. Todo lo contrario. Son múltiples las ocasiones en las que ha exigido al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, liberar a los presos políticos, así como convocar elecciones libres y democráticas.
“Si hay un gobierno que entiende lo que sucede en Venezuela es el español. Con suficiente ascendencia sobre países clave en Latinoamérica y con capacidad de coordinar acciones con Estados Unidos”, asegura José Vicente Carrasquero, profesor de Ciencia Política en la Universidad venezolana Simón Bolívar, en declaraciones al diario ALnavío. De hecho, Rajoy se ofreció a Donald Trump como interlocutor con América Latina en una conversación que mantuvieron en febrero.
Y es que España es el otro epicentro de la crisis política, económica y social que sufre Venezuela. Diversos factores, incluida la posición del Ejecutivo que preside Rajoy, otorgan al país, según los expertos, “un papel protagónico a la hora de poner en evidencia ante el mundo el conflicto venezolano”. Parte de ese protagonismo recae sobre un Rajoy cuya gestión destaca “por su consistencia en señalar permanentemente y en todos los foros la preocupación de su gobierno por el caso venezolano”, de acuerdo con Carrasquero.
Pero, ¿qué más puede hacer España para contribuir a destrabar la crisis en Venezuela? Y, concretamente, Rajoy, ¿qué más podría hacer como jefe de Estado? En ambos casos, la respuesta del académico es clara: “Impulsar sanciones contra el Gobierno de Venezuela. Mientras que el régimen pueda seguir vendiendo petróleo al exterior, seguirá equipando sus cuerpos represivos para confrontar a la población descontenta”.
“Rajoy debe impulsar ante la UE sanciones para impedir que el Gobierno financie la represión”, según Carrasquero
De la misma forma, Carrasquero cree que Rajoy debería fomentar “ante la Unión Europea las sanciones que considere necesarias para impedir que el Gobierno pueda seguir financiando la represión”. Esto es algo que podría estar más cerca. La semana pasada, el canciller español, Alfonso Dastis, endureció el tono contra Maduro al pedir por primera vez a Bruselas que examine la posibilidad de imponer multas “específicas, individuales y selectivas” a los dirigentes venezolanos si siguen adelante con la celebración de elecciones para la Asamblea Constituyente. ¿El castigo? El Ejecutivo habría contemplado la prohibición de entrar en la UE y la congelación de sus cuentas.
Aunque el experto valora positivamente “la legítima preocupación” de Rajoy por el caso venezolano, insiste en que podría “ser más proactivo en la promoción de sanciones”. Y es que, recalca, “la evidencia muestra” que el mero hecho de pedir la liberación de los presos políticos y la celebración de elecciones democráticas “es insuficiente”.
Por ahora, el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas, se reunió este miércoles con el embajador de Venezuela en España, Mario Isea, para exigirle que el gobierno de Maduro ponga fin a la violencia en el país suramericano y promueva “un gran acuerdo nacional” con la oposición. En la misma línea, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, instó a Maduro a respetar la Constitución y advirtió que sus planes incrementarán el riesgo de confrontación. Tras pedir a ambas partes que “vuelvan a abrir los cauces del diálogo”, remató: “Ya es hora de poner fin a esta violencia”.
Más propuestas
Según Carrasquero, Rajoy “también debe mostrar una actitud menos complaciente hacia personas que estuvieron relacionadas con el Gobierno de Venezuela y que ahora viven en España exhibiendo unos niveles de riqueza que no se corresponden con los cargos desempeñados o empresas administradas”.
Pero no solo eso. El profesor de Ciencia Política apunta que el presidente español también debería “señalar ante organismos internacionales como el Tribunal de La Haya a individuos claramente responsables del secuestro de ciudadanos venezolano-españoles que están en la cárcel aun cuando los jueces han ordenado su liberación”.
Rajoy en un artículo en El Mundo: “No podemos mirar con indiferencia el sufrimiento de Venezuela”
Ya en mayo del año pasado, Rajoy vio en la crisis venezolana una amenaza para la seguridad de España. Unos 200.000 españoles viven allí y son muchos los intereses de las empresas que operan en aquel mercado. Entre ellas, algunas de primer nivel como Telefónica, Repsol, Iberia, Duro Felguera, BBVA y Mapfre.
Desde entonces, no se ha cansado de repetir un mismo mantra: “Nosotros queremos para Venezuela exactamente lo mismo que para España: democracia, libertad, derechos humanos, que no haya presos políticos y que sea un Estado de Derecho”. El Partido Popular ha liderado durante muchos meses el apoyo a la causa de la oposición venezolana (el propio Rajoy lleva reuniéndose desde 2014 con la esposa de Leopoldo López, el preso político más famoso del mundo). Asimismo, la formación ha usado los vínculos de los dirigentes de Podemos con el chavismo para atacar a ese partido.
Rajoy apoya la mediación de Zapatero
El canciller español ha dejado claro en diferentes ocasiones que el Gobierno apoya la mediación que está realizando el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. La conexión entre el Ejecutivo y el exmandatario goza de buena salud. De hecho, Rajoy ha sido informado de todos los movimientos por el propio Rodríguez Zapatero.
Una actitud que contrasta con la mantenida por los expresidentes José María Aznar y Felipe González. Sin ir más lejos, este último dijo el miércoles que la mediación de Zapatero ha conseguido “lo contrario de lo que se pretendía” y ha tenido como resultado “multiplicar por seis el número de presos políticos”.
Actitud comedida ante los insultos de Maduro
El presidente español tampoco ha sucumbido a los constantes insultos de Maduro. La incontinencia verbal del mandatario venezolano ha colmado la paciencia del Ministerio español de Asuntos Exteriores en distintas ocasiones. La última fue la semana pasada, después de que Maduro pidió a Rajoy que “saque sus narices de Venezuela”. Lo hizo tras comparar la consulta opositora del 16 de julio con el referéndum catalán.
En mayo, Maduro tachó a Rajoy de “cobarde” por permitir una supuesta “agresión” al embajador de Caracas en Madrid, Mario Isea, y en febrero se refirió al presidente español como “bandido, protector de delincuentes y asesinos”. Anteriormente, le llamó “basurita”. Críticas todas ellas que han encontrado una misma reacción en Moncloa: en vez de criticar a Rajoy, Maduro debe hacer de su país una democracia como la española.
Para Carrasquero, “no tiene sentido caer en un intercambio de dimes y diretes con un gandul que actúa de esa forma con la finalidad de provocar un impasse que lo victimiza ante sus socios de la izquierda internacional”.
Y es que Rajoy parece tenerlo claro. Ya lo dijo en un artículo publicado en el periódico El Mundo: “Consideramos hermano al pueblo venezolano, y apoyamos sus legítimas expectativas de paz, democracia y desarrollo. Por eso mismo no podemos mirar con indiferencia sus sufrimientos. Por eso mismo no podemos callar ante la escalada de violencia. Por eso mismo no podemos resignarnos ante la crisis económica, social y humanitaria que azota a un país tan rico, pero donde ya no se encuentran bienes de primera necesidad. Asistimos horrorizados a una situación dramática”.