Daniel Gómez (ALN).- ¿Regresará Nicolás Dujovne a Buenos Aires con el adelanto del FMI confirmado? Esa es la intención del ministro de Hacienda de Argentina. Confía en que el nuevo paquete económico sea suficiente para convencer a Christine Lagarde. Para que ablande las condiciones del primer préstamo. Sobre todo, en lo que se refiere a la utilización de los fondos para el repago de deuda.
Nicolas Dujovne, ministro de Hacienda de Argentina, ya está en Washington. Le toca convencer a la jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, de que el plan económico del Gobierno es viable pues quiere regresar a Buenos Aires con el adelanto ya confirmado. ¿Lo conseguirá? Aún le quedan temas por concretar.
El punto más áspero de la negociación lo reveló Dujovne este lunes en una entrevista con La Nación. El equipo económico del Gobierno piensa que los fondos del FMI, o buena parte de ellos, tienen que ir a las arcas públicas para el repago de deuda. Sin embargo, eso no ha sido avalado por Lagarde.
“Hoy Argentina necesita que la mayor parte de los fondos sean destinados como apoyo presupuestado para el Tesoro. Para que sean destinados al repago de deuda y para no tener que ir a los mercados internacionales. Creemos que ese es el mejor uso, pero tenemos que conversarlo con el FMI”, comentó Dujovne.
Hay otro punto caliente. Los analistas financieros valoraron positivamente que, tal como dice el primer acuerdo con el FMI, Argentina tuviera que rescatar las letras intransferibles (las deudas) del Banco Central. Una medida que, según adelantó el ministro, parece que se va a suprimir.
“Le hemos solicitado a la misión [del FMI] que eso sea quitado del programa. Argentina hoy no tiene acceso al mercado para poder realizar esa operación. Seguramente el Fondo vote la revisión del programa y a fines de septiembre no esté más”, expresó.
Dujovne está en Washington para renegociar el préstamo de 50.000 millones de dólares alcanzado con el FMI. El plan del Gobierno es conseguir un adelanto para 2019 de los fondos para 2020 y 2021. A cambio, el Ejecutivo de Mauricio Macri promete cerrar la brecha fiscal, llegar al déficit cero el año que viene y alcanzar 1% de superávit en 2020.
¿Cómo lo conseguirá? A través de las seis medidas anunciadas por el ministro el lunes, las cuales contemplan desde nuevas retenciones a los exportadores hasta ahorros en los presupuestos públicos.
6 medidas para convencer al FMI
– Nuevas retenciones. A partir del miércoles, se aplicará un impuesto de cuatro pesos por dólar a las exportaciones de bienes. En enero, los servicios también tributarán a tres pesos por dólar.
– Gobierno y Hacienda reducirán las inversiones públicas en 0,7 puntos del PIB. Se espera un ahorro real cercano al 50% en esa materia.
– Ahorro en subsidios. Se traspasa a las provincias el costo de la Tarifa Social Eléctrica y del Transporte Automotor. Las ayudas al sector privado caerán 0,5% del PIB.
– Ingresos adicionales al sumar los recursos por rentas de las propiedades de, por ejemplo, las empresas públicas, así como mayores ingresos de capital.
– Habrá un ahorro en remuneraciones y gastos operativos del Gobierno de 0,2% del PIB.
– Menor gasto de capital, sobre todo aquellos asociados a la deuda pública. Tendrá una disminución de 0,7 puntos frente al PIB en 2019.
El Gobierno admite errores
A este paquete de medidas se suma una dosis de autocrítica. Admitió Dujovne que pecó de ambición. “Fuimos ambiciosos con muchos objetivos a la vez. Bajar el déficit, corregir los precios relativos, un tipo de cambio que estaba situado a la mitad del tipo de cambio que cotizaba en el mercado…”.
“Tuvimos metas de inflación muy ambiciosas en un país que no estaba listo”
Entonces llegó el problema: la inflación. El Gobierno la subestimó, y esta terminó por comerse a la economía en un momento de extraordinarias coincidencias: huida de los flujos de capital de las emergentes, la devaluación del real brasileño, una sequía que mermó los cultivos y la desconfianza que generó el escándalo de corrupción kirchnerista.
“Tuvimos metas de inflación muy ambiciosas en un país que no estaba listo para tener un esquema de metas”, apuntó el ministro.
Con esta dosis de autocrítica, un importante ajuste fiscal y la confianza en su proyecto, “el camino del Gobierno sigue siendo el mismo”, aseguró. Dujovne espera convencer al FMI. Convencer a Lagarde de que le adelante parte del préstamo. Eso es lo que le ocupará este martes.