Caleb Zuleta (ALN).- Bolsonaro llega a China. La visita del presidente de Brasil se extenderá hasta este sábado. Pekín ya es un circuito obligado para los mandatarios de América Latina. Han pasado por allí los de Chile, Ecuador, Cuba, Venezuela y Argentina, amén de cancilleres y ministros de varias áreas. Pero la de Jair Bolsonaro es una cita especial. Porque Bolsonaro ha sido crítico con China. Prefiere vínculos más estrechos con Estados Unidos que con China.
La cita entre Jair Bolsonaro y Xi Jinping resultaba inevitable. Entre otros motivos, por la celebración de los 45 años de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Por el volumen de intercambio comercial. Por las inversiones chinas en Brasil. Por el ambiente de guerra comercial. Porque en Brasilia será la próxima cumbre de los BRICS, y tanto China como Brasil son miembros de este club de países. Y por la nueva apuesta china en América Latina. Y este aspecto, Brasil tiene mucho que decir.
El analista coloca este punto sobre la mesa, dado que Bolsonaro y Brasil apuestan más por la apertura que por las barreras comerciales. O sea, la coincidencia es con Xi y no con Donald Trump. Apunta Baumann que “El actual gobierno brasileño ha enfatizado en varias ocasiones que está comprometido a abrir la economía y construir un ambiente amigable para los negocios. Ya ha iniciado una serie de iniciativas en esta dirección, lo que equivale a una condena al proteccionismo comercial. Por lo tanto, no sería una sorpresa si los presidentes Xi y Bolsonaro emitieran una declaración conjunta condenando la creciente tendencia proteccionista”.
En la agencia Xinhua, el analista Guo Yage recuerda que “En 1993, Brasil se convirtió en el primer país en establecer una asociación estratégica con China, y en 2012 aquella relación se actualizó hacia una asociación estratégica integral. China ha sido el mayor socio comercial y el principal país de destino de exportaciones brasileñas durante una década, y se ha convertido en la mayor fuente de inversión extranjera de Brasil. En 2018, el comercio bilateral batió un récord de 100.000 millones de dólares, según estadísticas oficiales”.
Esa cifra dice mucho del por qué Bolsonaro ha tenido que mirar hacia China. De ella depende mucho el esquema de relaciones. Tanto en China como en Brasil señalan que se trata de una coyuntura de relanzamiento. De hecho, el analista apunta que “La relación entre China y Brasil ha establecido un modelo para la cooperación entre China y América Latina, así como para la cooperación Sur-Sur. Los dos países también han aunado sus esfuerzos para mantener el multilateralismo, defender las normas internacionales y abordar los desafíos mundiales como el cambio climático. La XI cumbre del BRICS se llevará a cabo el próximo mes en la capital brasileña, Brasilia. Los dos países deben aprovechar la oportunidad para impulsar la cooperación del grupo, sobre todo en las áreas de enfoque en esta reunión, que van desde la innovación científica y tecnológica a la economía digital, y desde el combate a los crímenes transfronterizos a la financiación destinada a potenciar la productividad”.
Por su parte, Renato Baumann escribe en China Daily que “La visita de Bolsonaro a China llega en un momento de relación peculiar entre China y Estados Unidos. Esto ha causado preocupaciones globales sobre las consecuencias de un aumento creciente en las barreras comerciales bilaterales (y otras). De hecho, varias economías están sufriendo las consecuencias negativas de la incertidumbre económica mundial derivada de la situación actual”.
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El analista coloca este punto sobre la mesa, dado que Bolsonaro y Brasil apuestan más por la apertura que por las barreras comerciales. O sea, la coincidencia es con Xi y no con Donald Trump. Apunta Baumann que “El actual gobierno brasileño ha enfatizado en varias ocasiones que está comprometido a abrir la economía y construir un ambiente amigable para los negocios. Ya ha iniciado una serie de iniciativas en esta dirección, lo que equivale a una condena al proteccionismo comercial. Por lo tanto, no sería una sorpresa si los presidentes Xi y Bolsonaro emitieran una declaración conjunta condenando la creciente tendencia proteccionista”.